En la Región de Murcia se casan anualmente unos 2.000 matrimonios por la vía civil, es decir, en ayuntamientos y juzgados, y se producen otros 2.000 divorcios consensuados que, en adelante, podrían ser tramitados ante notario gracias a la nueva ley de mediación y de jurisdicción voluntaria propuesta por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Así se desprende de las estadísticas de los últimos años consultadas por Europa Press del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En concreto, el número de los matrimonios por la vía civil en la Región han rondado los 2.000 en los últimos años, desde los 1.945 del año 2006; los 2.164 de 2007; los 2.046 de 2008; y los 2.158 de 2009. Los divorcios consensuados, por su parte, se elevaron a 1.979 en 2007; a 1.896 en 2008; y 1.932 en 2009.

Cabe recordar que Ruiz-Gallardón anunció que el Gobierno tiene previsto desarrollar una ley que permita que muchos de los asuntos que actualmente deben ser tramitados por vía judicial, como es el caso de los matrimonios civiles o los divorcios de mutuo acuerdo, puedan ser tramitados ante notario. El objetivo de esta medida es resolver "muchos asuntos que en estos momentos están atascados" y descongestionar de esta forma los juzgados.

Por ejemplo, los tres juzgados de Familia de la Región de Murcia, que son los encargados de celebrar los matrimonios civiles, ingresaron en 2010 un total de 4.659 asuntos, a los que habría que sumar los 1.834 que ya estaban en tramitación. Al finalizar el año habían conseguido resolver un total de 4.257 de estos expedientes, por lo que el número de asuntos acumulados en gestión fue de 2.236, según los últimos datos conocidos de la memoria del CGPJ.

Sólo en 2010, en la Región de Murcia se celebraron un total de 2.017 divorcios consensuados y 5.081 matrimonios, de los cuales, 2.689 fueron por el rito católico, 29 por otra religión, y 2.278 por la vía civil, a los que habría que sumar los 85 matrimonios de personas del mismo sexo, también por lo civil.

De una forma u otra, todos estos matrimonios terminan pasando por manos del juez del Registro Civil, a efectos de su inscripción, según confirman a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia.

Sin embargo, todavía está por ver la "letra pequeña" de la Ley para poder determinar cuáles de esos procedimientos concretamente podrán ser tramitados en las notarías, según explica a Europa Press el decano del Colegio de Notarios de la Región de Murcia, Carlos Fernández de Simón.

Disponibilidad de los notarios

En este sentido, Fernández de Simón ha mostrado la disponibilidad de los notarios para aceptar "de buen grado" las actuaciones que les encomiende el Gobierno si encaja entre sus funciones, ya que los notarios "no dejamos de ser funcionarios públicos y tenemos que ajustarnos a lo que nos demandan".

Fernández de Simón ha indicado que hay determinados proyectos que encajan en la función de los notarios como, por ejemplo, los divorcios de mutuo acuerdo. Sin embargo, ha descartado que se puedan hacer cargo de asuntos cuando hayan intereses que requieran una actuación especial, como la existencia de hijos menores, porque los notarios "no son jueces para dar la razón a nadie".

De hecho, Fernández de Simón ha destacado que la iniciativa del Ministerio se puede enmarcar en el ámbito de la jurisdicción voluntaria, entendiendo aquellas funciones que se desarrollan en los juzgados y que no son precisamente contenciosas, sino de homologación o apelación.

Respecto a la celebración de bodas, Fernández de Simón ha indicado que se trata de una novedad, pero ha garantizado que los notarios "sabrán adaptarse y aplicar la Ley, como hacen con cualquier otro propósito" siempre que se quiera confiar en ellos "para recoger y asegurar la legalidad de ese consentimiento, al tiempo que informar y asegurar cuáles son las consecuencias del vínculo matrimonial".

A su juicio, casarse es "un trámite más, al fin y al cabo, es el estado matrimonial que genera una serie de consecuencias y compromisos de mucha envergadura, y nadie se casa a la ligera". Así, aunque en la práctica el propio decano no ha oficiado nunca ninguna ceremonia, pero ha imaginado que al alcalde "también le resultaría extraño la primera vez que lo hizo".

De todas formas, Fernández de Simón ha dicho que, de momento, lo único que hay es un anuncio, y que es preciso analizar la letra de la Ley para hacer análisis "un poco más sosegados".

Situación económica de notarios

Al ser preguntado por la repercusión de esta medida para los notarios, Fernández de Simón ha señalado que la celebración de bodas "tampoco va a ser la salvación económica de los notarios". Así, ha confirmado que las notarías "han disminuido enormemente su actividad, pero porque hay menos actividad económica".

De todas formas, ha lamentado que "en algún lugar se ha dicho que esta medida es para calmar las penurias de los notarios", algo que ha descartado. También ha rechazado las críticas que apuntan a que vaya a haber bodas "para ricos o para pobres, ya que en cualquier sitio te cobran unas tasas".

Fernández de Simón ha restado importancia a las tasas, máxime cuando se trata de que alguien decide "compartir con alguien toda su vida". Además, ha destacado que las tarifas tampoco las fijan los notarios, sino que es el Gobierno el que las establece. "El notario se tiene que ceñir a las tarifas fijadas por el Consejo de Ministros", ha zanjado.