Fiscalía aclara que no tomó declaración al estudiante detenido, con lo que quedó libre tras pasar por Policía

La Fiscalía de Menores ha aclarado que no llegó a tomar declaración al estudiante de 17 años detenido este miércoles mientras secundaba una protesta contra los recortes en Educación, con lo que éste quedó en libertad tras pasar por Policía Nacional, según han informado a Europa Press fuentes del ministerio público.

La Fiscalía de Menores ha aclarado que no llegó a tomar declaración al estudiante de 17 años detenido este miércoles mientras secundaba una protesta contra los recortes en Educación, con lo que éste quedó en libertad tras pasar por Policía Nacional, según han informado a Europa Press fuentes del ministerio público.

En un principio, la madre del menor, Lola, ha indicado en declaraciones a varios medios de comunicación que su hijo pasó ayer por la tarde a disposición de Fiscalía de Menores, y que allí le dejaron en libertad acusado de un delito de atentado contra la autoridad.

Sin embargo, fuentes consultadas por Europa Press han aclarado que el menor nunca llegó a pasar a las dependencias de Fiscalía, con lo que tuvo que quedar en libertad tras ser trasladado inicialmente a la Comisaría de Policía de Zapadores.

El incidente tuvo lugar sobre las 15.00 horas de este miércoles en la calle Xàtiva de Valencia, frente al IES Lluis Vives. Allí, como solían hacer cada día, los alumnos, tras acabar las horas de clase, se concentraron para protestar contra los recortes. La forma de hacerlo es cortando el tráfico durante unos 10 minutos.

Ayer, nada más comenzar la protesta, agentes de la Policía Nacional se dirigieron a los alumnos que cortaban el tráfico para que se levantasen del suelo y fueran a la acera. Al no hacerlo, detuvieron a un menor, de 17 años, quien —según la versión de la Policía— les escupió y mordió.

Frente a esta versión, la directora del Instituto, la madre del menor y algunos alumnos que consumaron la protesta han indicado que no es cierto que el detenido mordiera a los agentes, puesto que "fue más bien al contrario", ha señalado Lucas, uno de los compañeros. Éste ha relatado que ayer el menor no pudo morder a los agentes porque nada más sentarse, se abalanzaron hacia él unos tres policías, le pusieron boca abajo y le dieron patadas con las botas. Luego le esposaron y se lo llevaron "a empujones" a la furgoneta.

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