Villalta ha recalcado que todo el Grupo siderúrgico está en reestructuración y lo que se quiere es concentrar la producción en las plantas más rentables, de ahí la necesidad de las inversiones. Así lo ha manifestado tras reunirse con el candidato socialista a las elecciones autonómicas del 25 de marzo, Javier Fernández, a su vez secretario general de la FSA-PSOE, y otros representantes socialistas y de MCA-UGT.

Respecto a estas, ha explicado que unos 25 millones de euros serían para el horno alto 'B', 147 millones para las baterías de coque -proyecto ya aprobado— y entre 90 y 100 millones más para realizar un conjunto de mejoras que permitan, entre otras cosas, el poder producir en chapa gruesa para los parques eólicos marinos. Sin estas mejoras, ha augurado que se limitaría el futuro de las plantas asturianas.

Ventajas y desventajas

El representante sindical, no obstante, ha apuntado que la ventaja dentro del Grupo es que en Asturias está la única planta multiproducción al fabricar de todo. "Es algo a tener en cuenta", ha opinado.

En cuanto a las desventajas, ha aludido al hecho de no ser una planta compacta, al estar dividida a 25 kilómetros la producción de arrabio de las baterías. "Esto tiene un coste logístico, pero es el único problema que vemos", ha apuntado, al margen de las mejoras en inversiones citadas, ya que ha destacado que las plantas asturianas tienen "un gran potencial".

Unido a ello, ha incidido en que "nunca" se han planteado despidos en la planta gijonesa de Arcelor y ha matizado que lo que se habló con el representante de la empresa es que había 200 trabajadores más que en otras plantas de productos largos. En este sentido, ha justificado que esto es así porque aquí se hacen productos de mayor calidad y que vienen de una producción integral, lo que implica la necesidad de más trabajadores. Ha reconocido que pueden hacerse también mejoras en la calidad, con alusión a los fallos en productos.

Asimismo, ha indicado que no quisieran que hubiera despidos porque "no sobra nadie", pero ha remarcado que el Grupo está en una reestructuración que ha puesto en el punto de mira las plantas asturianas, por lo que no sabe en qué medida va a afectar a los empleos en el Principado.

Preguntado sobre la reforma laboral, ha confiado en que la empresa no tome "medidas drásticas" aprovechando el documento, ya que las relaciones sindicales con la empresa están bastante enraizadas. También ha mostrado su deseo de que en el proceso de trámite de la reforma laboral se hagan algunos cambios en el texto legal.

Junto a Villalta ha intervenido el secretario general de MCA-UGT en Asturias, Eduardo Donaire, quien ha destacado que la FSA-PSOE fue el único partido que ha pedido una reunión con ellos para informarse de la situación real de Arcelor, de la que no se conoce su plan de futuro. Ha mostrado su preocupación por la situación de la siderúrgica, pero también otras industrias de la región.