Los testimonios de los peritos no aclaran si el acusado de asesinar a un compañero de retén le disparó por la espalda

Los testimonios de los peritos, llamados hoy a declarar (algunos por videoconferencia) en la cuarta sesión del juicio por el acusado de asesinar a un compañero de retén, no han sido definitivos a la hora de aclarar si se hizo un disparo por la espalda.

Los testimonios de los peritos, llamados hoy a declarar (algunos por videoconferencia) en la cuarta sesión del juicio por el acusado de asesinar a un compañero de retén, no han sido definitivos a la hora de aclarar si se hizo un disparo por la espalda.

Las declaraciones han comenzado mediante videoconferencia con la perito de histopatología (encargada del estudio con el microscopio de órganos, en este caso, del corazón del fallecido), que ha verificado que éste estaba "bien".

A continuación, también por videoconferencia, desde el servicio de criminalística dos peritos han relatado que el disparo que el asesinado recibió en la muñeca fue de larga distancia. Esto, a preguntas de los abogados de la acusación, se ha visto que puede significar que se hizo a una distancia de metro y medio o superior.

El resto fueron a media distancia (de pocos centímetros a metro y medio). Uno de éstos fue en la región paravertebral dorsal; "por detrás de la espalda", en palabras de la perito.

No obstante, en el interrogatorio del abogado de la defensa del acusado, Carmelo Irazola, se ha visto que la perito no tenía capacidad para certificar si el disparo pudo ser en la espalda o en un costado. Tampoco si fue el primero o el último que hizo el acusado.

Por último, dos testigos peritos de la Guardia Civil han determinado que se encontraron cinco casquillos y un proyectil, todos disparados por el mismo arma, una pistola "muy común" y que se usa para "defensa propia", aunque también podría comprarse para tiro olímpico (afición del acusado).

Mañana continuará la vista oral con los testimonios de los peritos, llamados tanto por la acusación como por la defensa, que podrían ser determinantes para evaluar si el acusado sufre algún tipo de enfermedad sicológica, dado que su defensa pide la absolución por padecer un "trastorno obsesivo paranoide" y la acusación cree que fue "plenamente consciente" y actuó "fríamente".

Delito de asesinato con alevosía

En el escrito de calificación, el fiscal acusa al operario del retén de incendios de Cornago J.M.V.O de un delito de asesinato con alevosía, por el que solicita una pena de 20 años de prisión y 20 años de inhabilitación absoluta (la acusación particular 25).

En cuanto a la responsabilidad civil, pide una indemnización para la esposa, hijos y padres del fallecido de un total de 259.000 euros.

Según el relato del fiscal, el 21 de mayo de 2010 a las 14.40 horas el acusado J.M.V.O se encontraba con otros cinco compañeros en el paraje conocido como El Borreguil, perteneciente al término municipal de Cornago.

Mientras descargaban material de un vehículo, el acusado sacó una arma de fuego de una bolsa de deporte y se dirigió a F.L.R. Según se explica en el escrito acusatorio, "sin mediar palabra y actuando con la intención de causarle la muerte, efectuó 5 disparos sobre él. Como consecuencia de los disparos F.L.R sufrió, entre otras lesiones, la rotura de las arterias aorta e ilíaca, lo que le provocó un shock hipovolémico como consecuencia del cual falleció minutos después".

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