El asesino de la vallisoletana Olga Sangrador podría salir a la calle en marzo tras haber cumplido pena

Su excarcelación está en manos de la Audiencia de Valladolid, que podría prorrogar su internamiento en caso de aplicarle la doctrina Parot

El asesino de Olga Sangrador, el recluso Valentín Tejero, quien fuera condenado en 1993 a una pena global de 50 años de cárcel por el brutal asesinato de la niña de 9 años ocurrido en junio de 1992 en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos, podría salir a la calle en marzo tras haber permanecido entre rejas durante dos décadas.

La decisión final de su excarcelación está ahora en manos del tribunal sentenciador, en este caso de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, que precisamente hoy ha tenido la primera vista de deliberación sobre la liquidación definitiva de la pena y que tiene previsto celebrar otra más antes de tomar una decisión y dictar el auto correspondiente, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La sección que preside Feliciano Trebolle recibió un escrito del centro penitenciario castellano-manchego de Herrera de la Mancha, sito en Manzanares (Ciudad Real), donde permanece ingresado Tejero, solicitando de dicho tribunal que haga cálculo para la liquidación de la condena y planteando como posibles fechas de salida el 15 de marzo de este año, el 11 de julio de 2025 o el 8 de abril de 2031.

Ello implica que Tejero pudiera salir de la cárcel dentro de un mes o bien dentro de muchos más años, siempre y cuando la sala vallisoletana que le condenó decida aplicarle la doctrina Parot—debe su nombre al sanguinario terrorista de ETA Henry Parot—, según la cual al reo no se le aplican los beneficios penitenciarios sobre el máximo de 30 años de cumplimiento de condena sino sobre la pena completa.

Este mismo criterio es el que se aplicó, entre otros presos, a Pedro Luis Gallego, más conocido como 'el violador del ascensor', autor de los asesinatos de la joven burgalesa Marta Obregón en 1993 y de la joven vallisoletana Leticia Lebrato en 1992, así como de 18 violaciones más. Pese a que en 2008 estuvo a punto de salir, tras cumplir 16 años de una condena de 273 años, su excarcelación fue aplazada hasta 2022 por decisión de la Audiencia de Burgos, más tarde ratificada por el Supremo.

Denegado el segundo grado en 2005

En el caso del asesino de Olga Sangrador, ya el año 2005 el tribunal que preside Trebolle denegó a Valentín Tejero la progresión del primer al segundo grado penitenciario, que hubiera abierto al preso la posibilidad de disfrutar de 36 días de permisos ordinarios al año aunque no de forma automática, ya que para ello tendría que cumplir unos requisitos que pusieran de relieve que su salida no implica un riesgo para la sociedad.

En su auto de entonces la Sección 2ª de lo Penal de la Audiencia provincial rechazó que Tejero gozara de los beneficios del segundo grado y, por ello, le mantuvo en la calificación de primer grado, en la que aún continúa, confirmando así la resolución de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de 21 de octubre de 2003.

La resolución del tribunal vallisoletano fue coincidente con la postura que hasta el momento venían manteniendo tanto la Fiscalía de Ciudad Real como los padres de la niña asesinada, quienes se habían opuesto a la progresión de grado penitenciario concedido a Tejero por la Juez de Vigilancia Penitenciaria de la referida localidad manchega.

En concreto, los Sangrador fundamentaban su rechazo en todos los informes psicológicos emitidos sobre la personalidad del reo y en la propia postura de la Junta de Tratamiento de la prisión de Herrera de La Mancha, que en su momento se posicionó en contra de forma unánime. "Este señor no reúne los requisitos para progresar de grado, y cualquier decisión favorable no deja de ser una mera aventura, con todos los riesgos que ello entraña para la sociedad", advirtió en su momento Luis Antonio Calvo, letrado de la familia Sangrador.

En su decisión final, la Sala vallisoletana analizó no sólo las posturas discrepantes de las distintas partes (fiscal, reo y padres de Olga) sino también una serie de requisitos, tales como que el beneficiario haya cumplido una cuarta parte de la condena, muestre una buena conducta y que no existan datos en la prisión o en el expediente que pongan de relieve que el preso, por su personalidad anómala, pueda sustraerse a la acción de la Justicia o cometer nuevos hechos delictivos.

Un asesinato,

Estando de permiso

Olga Sangrador desapareció un 25 de junio de 1992 en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos. La policía dirigió sus pesquisas hacia Juan Manuel Valentín Tejero, un delincuente que en ese momento disfrutaba de un permiso penitenciario otorgado por el entonces juez de Vigilancia Penitenciaria, Ignacio Sánchez Yllera, pese a que cumplía condena por tres delitos de abusos deshonestos.

Dos días después, Valentín Tejero confesó la autoría del rapto, violación y asesinato de Olga, de 9 años y cuyo cadáver, enterrado, fue localizado en un pinar de Tudela de Duero.

El autor fue juzgado por la Audiencia de Valladolid y condenado en septiembre de 1993 a 20 años de cárcel por el rapto y violación de la pequeña y a otros 30 años por el asesinato, sin que la Sala observara que Valentín Tejero presentara psicosis, demencia, retraso mental ni enfermedad que modificara su imputabilidad.

Sin embargo, Valentín Tejero cumplirá únicamente 20 de los 50 años impuestos, ya que se benefició de la reforma del Código Penal, por lo que abandonará definitivamente la cárcel, de no remediarlo la Audiencia de Valladolid, en próximas fechas.

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