El 88% de los españoles cree que la corrupción es un problema grave en el país y una mayoría de los encuestados considera que su nivel ha aumentado durante los últimos tres años. España ocupa el décimo lugar entre los 27 Estados miembros por lo que se refiere al grado de preocupación por la corrupción y supera ampliamente la media comunitaria del 74%, según un estudio del Eurobarómetro publicado este miércoles.

El coste económico de la corrupción asciende a 120.000 millones de euros al año en toda la UE, de acuerdo con las estimaciones de Bruselas.

Griegos (98%), portugueses y chipriotas (97% cada uno), húngaros y rumanos (96%) y búlgaros (95%) son los más preocupados de la UE por el impacto de la corrupción en sus respectivos países. En el extremo opuesto se sitúan Dinamarca (donde sólo un 19% de los ciudadanos ve la corrupción como un problema importante), Países Bajos y Luxemburgo (34%), Suecia (36%) y Alemania (43%).

El 93% de los españoles considera que la corrupción afecta a las instituciones nacionales (frente al 79% de media comunitaria), mientras que el 93% cree que son más corruptas las instituciones de la UE, y el 91% afirma que el fenómeno se concentra especialmente en los gobiernos regionales y en los ayuntamientos (76% y 75%, respectivamente, en la UE). Para el 74% de los encuestados, la corrupción es parte de la cultura de España.

Los sobornos y el abuso de poder para fines personales están especialmente extendidos, a juicio de los españoles, entre los políticos nacionales (así lo piensa el 78% de los encuestados), los regionales (68%) y los locales (67%); los funcionarios que expiden permisos de construcción (58%) y los que expiden permisos para abrir negocios (46%). La corrupción también afecta especialmente, según los encuestados, al sector privado (40%) y a jueces (41%), funcionarios de aduana (38%) y policía (37%).

Paradójicamente, sólo el 53% de los encuestados afirma sentirse afectado por la corrupción en su vida diaria y sólo al 3% se le pidió que pagara una comisión durante el último año.

Para los encuestados, los principales motivos por los que la corrupción es un fenómeno extendido en España son la falta de transparencia en el gasto público (43%), la inacción de la clase política para combatir estos comportamientos (40%), que los culpables reciben penas mínimas o ni siquiera tienen que enfrentarse a los tribunales (33%) y la existencia de vínculos demasiado estrechos entre empresarios y políticos (28%).