El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha asegurado que se está "dejando la piel" para que no se vean perjudicados los derechos de los trabajadores del Ayuntamiento, "a pesar de que hoy los funcionarios públicos están en la picota de la opinión pública porque la gente los considera unos privilegiados".

Así ha respondido García-Page a preguntas de los medios sobre la reunión que el edil socialista va a mantener este viernes con los sindicatos de representación en el Consistorio.

Según el alcalde, esta reunión estaba "prevista de antemano" y, por lo tanto, no se va a centrar en la ampliación de la jornada laboral de los funcionarios, sino que va a tratar el conjunto de "toda la política de personal".

Despidos en las administraciones

Sobre las críticas surgidas por esta modificación del horario laboral que el alcalde pretende aplicar a los funcionarios municipales, García-Page ha indicado que "en la mayoría de las administraciones están despidiendo personal, en la mayoría de los sitios están recortando servicios" y en la Junta se "han dejado en la mínima expresión las horas sindicales".

Por ello, ha asegurado que él está "manteniendo un criterio estrictamente de mínimos" porque le "obliga la Ley" y tiene que "adoptarla y cumplirla", y ha subrayado que su intención es "mantener la plantilla" y pagar todos los meses las nóminas de sus empleados, "a pesar de que a nosotros no nos pagan".

Sobre el "debate" de las horas sindicales ha declarado que si en el Ayuntamiento hicieran "exactamente lo que está haciendo Cospedal, la mitad de los liberados y de las horas sindicales se tendría que suprimir".

Y ha añadido que si además adoptaran "la doctrina que se está aplicando en educación o en sanidad, probablemente estarían en riesgo más de 100 puestos en el Ayuntamiento", por lo que ha declarado que lo único que pretende es "que se valore" que están haciendo "un esfuerzo desde la discreción" y que lo que no pueden "es incumplir la Ley".