En los Teatros del Canal (Madrid), 25 bailarines recorren diferentes disciplinas de la danza. Como banda sonora, Wagner, Mozart y Chopin, pero también Massive Attack, Bebe, Caetano Veloso, David Byrne (ex Talking Heads), el grupo portugués Madredeus, tambores japoneses y algunos temas de la película Gilda. Lo clásico se entremezcla con lo subversivo. Lo moderno con lo tradicional. Así es El arte de la danza, el nuevo espectáculo dirigido por el Premio Nacional de Danza Víctor Ullate que, tras recorrer algunas ciudades españolas y Tel Aviv, se ha estrenado esta semana en Madrid.

"Este espectáculo ha salido de la crisis, había que hacer algo que no costase dinero. En estos momentos hay que darle más a la cabeza", explica Ullate. "Todo lo negativo puede convertirse en positivo", afirma, y agudizar el ingenio ha tenido su recompensa. "Estoy como un niño con zapatos nuevos", confiesa.

"Eduardo Lao [el director adjunto] y yo nos sentamos delante del ordenador. Empezamos a elegir canciones, sus músicas preferidas y las mías. En veinte minutos ya habíamos hecho el ballet", recuerda el maestro, que asegura que los bailarines se han entregado totalmente: "Esta obra ha sido como un guante, cada pieza está hecha para un bailarín en concreto".

Uno de ellos es su hijo Josué, que interpreta un paso a dos. Es el más pequeño de sus tres vástagos. El mayor, Patrick, se dedica al deporte. Víctor, que fue bailarín, estrenará próximamente una obra de teatro. "Víctor y yo hablamos todos los días, y ahora me ha dado un nieto. Es lo más, soy un abuelo feliz. Y de Josué estoy muy orgulloso".

Ullate defiende que siempre ha sido muy objetivo con sus hijos en lo que se refiere a la danza. "La mediocridad no me va. Y para hacer las cosas bien tienes que entregarte al 100% a lo que haces, y eso mis hijos lo hacen. Los hijos siempre son un reflejo de ti, y hay que darles esperanzas de que lo pueden hacer mejor que su padre, es el mejor regalo que les puedo dar".

Ahora, tras una larga y fructífera trayectoria, confiesa sentirse tranquilo: "Tengo una paz que no tenía antes".

Para la presentación del espectáculo, la compañía de Víctor Ullate interpretó algunas de las piezas más representativas de El arte de la danza en un marco excepcional: el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, con el que han iniciado una línea de colaboración. El 22 de septiembre habrá otra representación en el Museo Thyssen dentro de la Noche Joven.