El alcalde de Alicante desaloja un pleno municipal justo antes de que se debatiera un polémico plan urbanístico

El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi (PP), ordenó este martes el desalojo de las doscientas personas que asistían al pleno municipal justo antes de iniciarse el debate del plan urbanístico de Rabassa.El desalojo se produjo después de que varias decenas de los asistentes comenzaran a mostrar pancartas, la mayoría de ellas de apoyo al citado plan urbanístico.
Partidarios y opositores del plan Rabassa, en el pleno municipal de Alicante (Foto: Efe)
Partidarios y opositores del plan Rabassa, en el pleno municipal de Alicante (Foto: Efe)
Efe
Partidarios y opositores del plan Rabassa, en el pleno municipal de Alicante (Foto: Efe)

Frente a ellas, otras personas que asistían al pleno exhibieron carteles contrarios al plan urbanístico, con la leyenda "Plan Rabassa, gigantesco pelotazo", entre otras.

Tras cinco minutos de mostrarse las pancartas e intercambiarse gritos los partidarios -mayoría- y los contrarios -minoría- al plan Rabassa, el alcalde ordenó el desalojo de los asistentes, sin que se produjeran más incidentes.

Entre los asistentes se encontraban el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y la coordinadora general de EU, Gloria Marcos, así como miembros de la Plataforma contra el Plan Rabassa, como Manuel Alcaraz y los sindicalistas José de la Casa, de CCOO, y Ernest Blasco, de COAG.

Tras el desalojo, Llamazares consideró que el plan Rabassa es "paradigmático" de un modelo económico basado "en la degradación total y en la especulación".

Llamazares consideró que el desalojo y la presencia de partidarios del plan al pleno, alrededor de 150 personas, "forman parte de la predisposición del pleno para que prevalezcan los intereses del poder económico".

Según Llamazares, la política urbanística del PP en Alicante "parte de un libreto bastante frecuente en España" que, en su opinión, "atenta contra el medioambiente".

Por su parte, Alcaraz afirmó que a los miembros de la Plataforma contra el Plan Rabassa se les impidió subir al pleno cinco pancartas y, por ello, no entendió cómo los partidarios de este proyecto urbanístico pudieron entrar a la sesión plenaria con un elevado número de carteles a favor del plan.

El desalojo estaba preparado con la complicidad de poder político, el PP

Alcaraz sostuvo que el desalojo "estaba preparado con la complicidad del poder político, el PP", y añadió que esta situación es "la traca final del alcalde, del PP y de Ortiz para sacar adelante este macroproyecto urbanístico", al tiempo que no descartó la posibilidad de acudir a los tribunales tras la aprobación del plan.

El Plan Rabassa prevé la construcción de 15.000 viviendas en 4,2 millones de metros cuadrados.

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