De esta manera ocurrió el pasado viernes, durante el vuelo de repatriación de 33 inmigrantes a Guinea-Bissau, según la información aparecida en El Mundo.

Ya en Guinea y tras intensas gestiones para que abriesen el aeródromo de este país, los agentes custodios del vuelo entregaron a cada guineano 300 euros para acallar sus protestas.

En la mayoría de estos vuelos se oculta a los inmigrantes que viajan de vuelta a su país diciéndoles que les trasladan a otra ciudad española, y cuando descubren que se encuentran en África empiezan los enfrentamientos y lamentos, como ocurrió en la primera repatrición a Senegal.

Lo curioso es que los agentes que custodiaban el vuelo a Guinea-Bissau cobraron tan sólo 120 euros por su servicio, 180 euros menos que un guineano, tal y como denuncia la Confederación Española de Policía (CEP) en Canarias.

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