Los políticos quieren el cine en las aulas pero sin un Pacto de Estado

La Academia del Cine reunió a representantes de PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos en una mesa redonda sobre la alfabetización audiovisual en el sistema educativo
Los políticos quieren el cine en las aulas pero sin un Pacto de Estado
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@Cortesía de la Academia de Cine

Lo que no se nombra no existe. Lo que no entra en el examen tampoco”, así comenzó su intervención Sofía Fernández Castañón de Unidas Podemos, en la Mesa Redonda 'Cine y Educación, ¿una cuestión de estado?', celebrada este miércoles en la Academia de Cine. Un evento que supuso un paso adelante en la introducción del séptimo arte en las aulas, al conseguir el organismo reunir a representantes de los cuatro partidos políticos principales de nuestro país para hablar sobre alfabetización audiovisual y la posibilidad real de que, por fin, deje de ser un deseo de futuro y se ancle en el presente.

Una mesa, por cierto, en la que las mujeres fueron mayoría, y en la que se mostró más consenso que en ninguno de los debates que se celebraron a propósito de las elecciones generales celebradas el pasado 28 de abril. No hubo interrupciones, no hubo insultos, no hubo faltas de respeto, gráficas ni pergaminos. Se demostró que si no es en la legislatura que ahora comienza cuando por fin se produzcan cambios en los currículos que contemplen y den al cine el espacio que merece, habría que hacerse ver -y muy seriamente- qué es lo que falta o falla.

“Queríamos comprobar si había consenso y sí, todos pensábamos que el cine tenía que estar en las aulas”, comentó Marta Martín, una de las tres coordinadoras del documento marco elaborado por la Academia, cuando juntaron a todos los sectores afectados y comprobaron que tenía sentido seguir poniendo empeño en esta causa. El texto citado es una herramienta en la que se recogieron los aspectos a tener en cuenta para la implantación de un Plan de Alfabetización Audiovisual en España. Un proyecto que dio comienzo en 2017, cuando Yvonne Blake ejercía de presidenta, y del que tomó el testigo la mesa redonda con representantes políticos, que coincidieron en aplaudir y considerar el volumen como excelente punto de partida para todo lo que tenga que venir después.

Los políticos quieren el cine en las aulas pero sin un Pacto de Estado

Las competencias no son un problema

Fernando Lara, artífice del volumen junto a Tarín y Mercedes Ruiz, fue el encargado de ejercer de moderador de la charla, que comenzó con Carmen Ferrero Torres, Secretaria Ejecutiva de Educación no Universitaria del PSOE. La representante fue la primera en reconocer que, dentro de los itinerarios posibles para llegar al objetivo recogidos en el libro, “no existe disyuntiva entre las competencias de las comunidades y el Ministerio”.

Algo en lo que posteriormente coincidió la Portavoz de Educación de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid Mayte de la Iglesia, que si “se establece un marco general y dejamos que de acuerdo con cada comunidad, desarrollen unos decretos y órdenes, no tendría que haber conflicto”.

En contra de la necesidad de un “Pacto de Estado”

Uno de los puntos que rechazaron todos los representantes fue en llevar a cabo un Pacto de Estado. “Me preocupa que de tanto usar la palabra la vamos a vaciar de contenido”, explicó Marta Rivera de la Cruz, Secretaria de Relaciones Institucionales y Responsable del Área de Cultura de Ciudadanos. La diputada argumentó su postura indicando que haberse puesto de acuerdo entre diferentes grupos para tomar decisiones sobre determinados temas es algo que ya ha ocurrido, y citó como ejemplos el Estatuto del Artista y la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.

En la misma línea se situó igualmente la Secretaria de Cultura y Turismo del PP María José García Pelayo, que afirmó que precisamente con los dos recientes casos han demostrado ser capaces de “apartar el debate político cuando son iniciativas beneficiosas”.

El debate que sí sigue abierto: ¿asignatura o contenido transversal?

Aunque reivindicando que no haya que bautizar el acuerdo como Pacto de Estado, sí que mostraron voluntad conjunta de renovar el currículo, dotar de presupuesto a las entidades implicadas y la formación del profesorado. Respecto al primer punto, una de las dudas “eternas” al respecto surge al plantear de qué forma debe entrar el cine en las aulas, si como asignatura específica o de forma transversal.

Hay que tocar los currículos que son de los años 90 y no se han vuelto a modificar”, manifestó Javier Sánchez Serna, del Área de Cultura de Unidas Podemos. “Ocurre con todas las autoras españolas del siglo XX”, reivindicó su compañera Secretaria de Igualdad – Feminismos y LGTBI – y de área Fernández Castañón, “en los libros de texto no se estudian, no entran en examen y, por lo tanto, tampoco en el imaginario colectivo”. De esta forma, incidieron en la importancia de que la alfabetización audiovisual cuente con sus nombres y apellidos dentro de los planes. Claro que, como apuntó la Portavoz de la Comisión de Educación y Formación Profesional del PP Sandra Moneo, en el caso de decidir que el cine sea incluido como asignatura, “se plantea como reto cuánto tiempo se va a dedicar ”, tanto al audiovisual como a aquellas a las que reduzca su intervalo de duración.

Ferrero apostó porque el currículo sea más “flexible, abierto y útil para la realidad actual”. Y que pase, según concretó la propia Moneo, por “decidir qué es lo que tienen que conocer nuestros alumnos cuando finalicen la etapa de enseñanza obligatoria”. Y también cómo y dónde. El evento también sirvió para insistir en la importancia de acudir a las salas de cine. “Si se da la desconexión entre el cine y la sala, nos cargamos la posible renovación de públicos”, señaló Rivera. Además de entender la asistencia a las mismas para experimentar también de forma colectiva “el respeto y el silencio”. Eso sí, para poder acudir a sala a disfrutar del séptimo arte es necesario que estas existan, ya que la oportunidad de acudir a las mismas difiere según el lugar de residencia. Sobre la cuestión de las diferencias territoriales se pronunció la representante de Unidas Podemos, compartiendo su voluntad de crear un “acuerdo presupuestario para garantizar porque haya salas de cine en todos los municipios”.

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La formación de los profesores y colaboración con las iniciativas

“La partida presupuestaria para la formación del profesorado en los últimos diez años se ha reducido en un 90%”, criticó Sánchez Serna. Con la luz arrojada por este dato, resulta urgente poner el foco en la necesidad de una “financiación para la formación y material en los centros”, como comentó Ferrero. Unos estudios que “no basta con que se asista a un curso”, advirtió Mondeo. Por su parte, de la Iglesia desde Ciudadanos valoró que en los últimos años, los docentes han tenido que focalizar sus esfuerzos en “determinadas áreas y se han olvidado otras”. De tal modo que muchos han tenido que centrarse en mejorar sus niveles de inglés y obtener certificados, que ha derivado en que “no les podamos exigir más presión para a la vez formarse en tecnología o cine. Hay que priorizar”.

Además, aplaudieron el trabajo de todas prácticas ya existentes sobre Cine y Educación. Las diversas asociaciones e instituciones, tanto públicas como privadas, que están desarrollando iniciativas que han de ser tenidas en cuenta. “No debemos desaprovecharlas sabiendo que ya funcionan”, reclamó la Secretaria del PSOE, “hay que apoyarlas, tomar lo bueno que tienen y mejorar lo que se pueda corregir”.

La mesa redonda, por lo tanto, volvió a demostrar y ahondar en un debate que empieza a pedir a gritos que deje de ser definido como tal, y se convierta en acciones. Además de los partidos políticos reunidos en el acto, la directora del ICAA Beatriz Navas se sumó al evento para compartir con los asistentes que su primera experiencia laboral fue “desarrollando talleres de cine y formación, porque estudié Comunicación Audiovisual y después en la escuela de cine, y no entendí que hasta los 18 nadie me hubiera hablado del cine”. Además, mostró el apoyo desde la institución que lidera, al estar “en la agenda” su “compromiso” con el tema en cuestión.

Sus palabras pusieron el broche final al acto, en el que la existencia de consenso volvió a ponerse de relieve. Como señalábamos al principio, los pasos impulsados por la Academia de Cine y las diferentes partes implicadas no han podido dejar más de manifiesto que la integración en las aulas del séptimo arte es relevante y necesaria. Abandonemos el deseo futuro y la lamentación por el pasado, para que ocupe, de una vez por todas, el presente.

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