Prácticas: Además de las voluntarias, algunos SEU gestionan también estancias de prácticas en el extranjero o los periodos de formación obligatorios exigidos para la obtención de ciertos títulos.

Empleo para titulados: Una vez obtenido el título, los estudiantes pueden formar parte de una bolsa de trabajo. En 2005, el 12,8% de los titulados de la Carlos III encontraron su primer trabajo gracias a este servicio.

Foro de empresas: Organizan encuentros entre empresas y candidatos. Algunas veces la selección se realiza in situ, otras se sientan las bases para futuros procesos.

Formación para el empleo: Seminarios y tutorías sobre entrevistas, confección del currículum...

Observatorio ocupacional: Encargado de la elaboración de diversos informes y estudios.

Para poder optar a realizar prácticas se suele pedir un requisito imprescindible: haber superado la mitad de los créditos de la carrera. Por un motivo, puesto que el periodo máximo que se puede mantener al becario es de 500 horas (seis meses, cuatro horas al día), si no se espera hasta los últimos años de carrera, «luego no se pueden incorporar a la empresa». Como recuerda Luis Jiménez, director del SOPP (Servicio de Orientación y Planificación Profesional) de la Universidad Carlos III de Madrid, aunque no sea el único fin de las prácticas, el 40% de los alumnos acaba quedándose. «Para las empresas es el mejor proceso de selección».

Respaldo a los candidatos

Una de las ventajas que ofrencen los SUE es un apoyo permanente al alumnado, procurando que haya un seguimiento muy cercano de las prácticas. El método habitual es el envío de cuestionarios a empresa y becario para detectar el grado de satisfacción de ambos.  A esto se añade una relación directa con el alumno vía telefónica. Como reconoce María Jesús Álvarez, directora del COIE de la Politécnica de Madrid, «casi nunca hay problemas» y la mayor parte de las llamadas que reciben buscan sólo resolver dudas.