Las investigaciones se iniciaron tras tener conocimiento de numerosos robos con fuerza en trasteros, la mayoría de ellos en el distrito de Tránsitos donde el denominador común era el acceso a los garajes de los inmuebles aprovechando el intervalo de tiempo que transcurre entre la entrada de un vehículo y el cierre de la puerta automática.

Los investigadores descubrieron que una vez en el interior del garaje, el autor esperaba agazapado el momento en el que no hubiese nadie para forzar los trasteros, bien realizando presión directa sobre las puertas con sus piernas o a patadas, bien utilizando alguna herramienta directamente sobre la cerradura.

Los policías han podido determinar que entre los numerosos objetos sustraídos, había bicicletas dado el valor económico que llegaban a alcanzar al venderlas.

Los investigadores tuvieron conocimiento que cuando se realizaban los robos, se forzaban gran número de trasteros dentro de un mismo inmueble, si bien sólo se terminaban de forzar aquellos trasteros cuyas puertas parcialmente abiertas, permitían ver en su interior objetos susceptibles de ser vendidos posteriormente.

Las investigaciones llevaron hasta las casas de compraventa de objetos usados legalmente establecidas, donde el ahora detenido presuntamente habría vendido gran cantidad de objetos sustraídos de los trasteros, como si fuesen bienes de segunda mano.

Fruto de las gestiones realizadas los investigadores identificaron al presunto autor de los hechos, quien ya había sido detenido por actos similares en anteriores ocasiones, por lo que se realizó un dispositivo que permitió localizarle en el domicilio de un amigo, donde fue detenido. El detenido, con antecedentes policiales, pasó a disposición judicial.