Con su aclamado debut de larga duración, Moon Safari, y junto a bandas como Daft Punk, Air logró hace algo más de una década revolucionar la música electrónica francesa y elevarla a la primera plana de las revistas, ranking y medios especializados. En 2000, su participación en la banda sonora de Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, consolidó su nombre en la escena y su forma de construir muros sonoros elegantes, densos y con un punto de nostalgia.

Ahora, el dueto formado por Nicolas Godin and Jean-Benoît Dunckel ha cumplido catorce años con un curioso encargo: poner la banda sonora a Le voyage dans la lune,  la mítica película muda que Georges Meliès protagonizó en 1902.

El trabajo ha sido realizado sobre una copia coloreada a mano que se descubrió en 1993 en la Filmoteca de Catalunya. Para la pareja musical gala, que nunca ha ocultado su fascinación planetaria y su gusto por el cine, la  tarea ha constituido "un gran honor,  una tarea muy importante", explica por teléfono, con emoción, Dunckel, que califica la cinta de "obra maestra", destaca su "sentido del humor" y recuerda que el filme llegó a proyectarse en el festival de Cannes con un gran éxito.

Ayudar a aportarle una visión contemporánea fue un reto, y Sergeant Peppear y el mundo setentero, una inspiración para la tarea, confiesa. Eso sí, aderezada por "las últimas tecnologías, desde Reaktor a aplicaciones de iPad".

Aunque han pasado muchos años desde que sorprendieron al público con sus composiciones, su afición a explorar sonidos sigue intacta, indica Dunckel, que explica que cada vez se siente más atraído por corrientes como "la psicodelia". Y que en el cine y la música, dos mundos que se han entrecruzado con frecuencia en su carrera, confluyen sentimientos y aspectos comunes.

Por ejemplo, tanto en sus discos como en las bandas sonoras la letra pasa a un segundo plano. "Conseguir que la gente se vuelva loca con una canción depende más del sonido que de las letras. Las letras importan menos. En las bandas sonoras, el contenido del filme tiene suficiente peso como para obviarla".

Fuera de las salas de cine, su música ha logrado encajar entre diferentes públicos, aunque todos tienen sus particularidades. Penetrar en el mercado británico es complicado porque "este posee una gran producción propia, muchos estilos y muy interesantes". España, sin embargo, le hace pensar en "sol": "El sol inspira en España la forma de bailar, de escuchar música, los ritmos". Quizá por eso "Air no es la opción musical favorita de los españoles", aunque en el país la banda cuenta con una "base de fans", reflexiona.

Para Dunckel, la crisis financiera tiene sus puntos positivos: "Las situaciones de crisis coinciden con épocas muy rentables y prolíficas creativamente. La música está ahora mismo más viva que hace unos años". Sin embargo, habría que manejar el tema de las descargas ilegales con mano dura: "Internet es salvaje. Controlarla supondría la unión de compañías, artistas, usuarios... y Gobiernos europeos. Estos últimos, estableciendo nuevas leyes, serían los que realmente podrían corregir la situación", concluye.