El alcalde de Salt, Jaume Torramadé, ha reconocido en rueda de prensa que el programa no resolverá todos los problemas de las comunidades de vecinos y que tampoco dará resultados inmediatos pero sí servirá como elemento disuasorio a todas aquellas personas que "quieran complicar la vida a alguna comunidad en concreto".

"También tiene una vertiente informativa, ya que normalmente cuesta denunciar las cosas y es más fácil si los vecinos encuentran agentes de la policía y les cuentan la problemática con la que se encuentran en la escalera", ha continuado el alcalde.

Así, de momento el programa empezará en 200 viviendas que forman parte de diez comunidades, que integran una macrocomunidad, y la intención es que la iniciativa se vaya incorporando de manera progresiva a otras comunidades que lo pidan.

Los agentes de la Policía Local de Salt dispondrán de una llave maestra que abrirá todas las puertas —se han cambiado todos los bombines de los edificios participantes en el programa— y podrán inspeccionar las zonas comunes del edificio, como la entrada, los pasillos y la escalera.

Además, visitarán los edificios de manera aleatoria, nunca el mismo día ni a la misma hora, y colocarán una pegatina distintiva en la puerta de la escalera para que se sepa que aquella comunidad está adherido al programa, según ha detallado Torramadé.

El alcalde también ha insistido en que se trata de un programa piloto —cogió la idea de un programa similar que funciona en la ciudad de Nueva York— y que puede haber errores, por lo que ha pedido la comprensión de los vecinos y también de ciertos medios de comunicación.

"No hemos puesto en funcionamiento el programa ahora porque las cosas estén peor que hace un año", ha recalcado y ha recordado que en un año las faltas y hurtos registrados en el municipio han bajado un 25%.

Principales problemas

Torramadé ha comentado que los principales problemas que tienen las comunidades de vecinos son por suministros, como vecinos que pinchan la electricidad, o gente que orina en la escalera e incluso con el tema de la ocupación ilegal de pisos.

En este sentido, también ha destacado la importancia de la participación activa de las comunidades de vecinos y que "luchan para mejorar su situación".

El presidente de la macrocomunidad donde se ha iniciado el programa, Jaume Casaponsa, ha explicado que la adhesión a éste se aprobó por asamblea general y que todos los vecinos estuvieron de acuerdo.

"Los principales motivos pues son la inseguridad del pueblo en relación a los delincuentes y porqué muchas veces te encuentras solo; sabemos que hay comunidades que están peor que las nuestras pero estamos muy contentos de acoger el programa", ha expuesto.

Los principales problemas con los que se encuentra esta comunidad son de suciedad —porque hay gente que orina en la escalera—, porqué encuentran pintadas o pisos abiertos y también por ocupación ilegal.

En este sentido ha admitido que en los últimos años quizá han tenido un 10% de las 200 viviendas con problemas de ocupación ilegal.