Los promotores de viviendas temen las consecuencias de la reforma del sistema financiero aprobado por el Gobierno. En teoría este proceso va a suponer que los bancos bajen los precios de su enorme excedente de pisos a su valor "real". Pero ese proceso arrastrará a todo el mercado.

Eso es lo que temen los promotores y constructores de España, cuya asosiación (APCE) ha pedido a los bancos que no rebajen los precios de sus activos hasta "niveles excesivamente bajos" para darles salida porque "penalizaría" a los promotores.

En su lugar, el presidente de APCE, José Manuel Galindo, ha pedido a la banca que facilite las transacciones actuando desde los tipos de interés o los plazos de financiación.

En su opinión, el precio de la vivienda no es el único factor que determina la compra de una vivienda. "Si una hipotética bajada de precios no va acompañada de crédito tampoco se van a formalizar las ventas".

Según el Gobierno, la reforma del sistema financiero permitirá a la banca deshacerse de sus stock de vivienda a precios más bajos. Pero según los promotores, estas rebajas podrían presionar a los promotores a rebajar también los precios de sus promociones: "Cualquier ajuste brusco de los precios no sería deseable".

Así, Galindo indicó que aunque se obligue a las entidades financieras provisionar el 35% del valor de las viviendas terminadas, el descenso de los precios no tiene por qué llegar hasta esos porcentajes. De ser así, supondría una rebaja adicional del 16% respecto al descenso del 19% registrado por el Ministerio de Fomento desde el inicio de la crisis.

En este contexto, el presidente de APCE ha señalado además que las entidades financieras cometerían un error si sólo concedieran crédito para sus viviendas y les ha pedido una "estrategia de colaboración".

Galindo, que recuerda que el sector inmobiliario supone aún un 7% del PIB, ha pedido al Gobierno que "si hay ayudas al sector financiero, directas o indirectas, debe haber un coeficiente que revirtiera a la financiación del sector inmobiliario", pero en forma de crédito y no de ayuda económica.

APCE propone el incentivo fiscal para la compra de segunda vivienda, "también para los no residentes" y otras medidas "transitorias y progresivas" que tengan una finalidad contracíclica, como "reorientar" parte del stock existente, que ronda las 700.000 viviendas, para crear un parque de viviendas "económicamente sostenibles".