Del Toro, decepcionado con Cámara por obras del Romea, lamenta que retirara las competencias a Martínez Vidal

Nada más comenzar los trabajos recibió una llamada del jefe de la OTA del Ayuntamiento, quien le aconsejaba dejar la obra
El Teatro Romea El Pasado Mes De Julio
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EUROPA PRESS
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El gerente de una de las empresas de la UTE concesionaria de la tercera fase de la restauración del Teatro Romea, Miguel del Toro, ha lamentado la actitud del alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, ante la controversia surgida en relación a las obras del Teatro Romea, así como que haya quitado las competencias del mismo a la concejala Ana Martínez Vidal.

"Cámara conocía la situación del Romea y no ha hecho nada, nos ha dejado en el mayor desamparo, ante lo que se ha convertido en una persecución y una caza de brujas, hasta que han tomado el Teatro sin cumplir con los preceptos legales a los que obliga la ley de contratos del sector público", recriminó el empresario, quien asegura sentirse apenado por el comportamiento del alcalde de Murcia con unos empresarios.

"No he podido disfrutar de un alcalde como el resto de ciudadanos, que defienda mis intereses"; "él —en referencia a Cámara— es el que no ha cumplido con sus deberes", apostilló el empresario.

Su actitud, reprochó, "ha dejado mucho que desear", tras lo que ha criticado que el primer edil retirara las competencias de la obra del Teatro Romea a la concejala Ana Martínez Vidal, una gran profesional, "con sentido común" y con quien "había un principio de acuerdo para solucionar las diferencias existentes entre Ayuntamiento y UTE".

Recurre vía judicial "ante desamparo" ayuntamiento

"Nunca he pedido favores, solo estoy defendiendo los intereses de mi empresa y de mis trabajadores, y es lo que seguiré haciendo", hizo hincapié Miguel del Toro, tras lo que recordó en una entrevista concedida a Europa Press que ha recurrido lo ocurrido por vía judicial "ante el desamparo del Ayuntamiento de Murcia".

De hecho, explicó, la UTE ha recurrido la sanción del Ayuntamiento "por injusta", que les penalizó por los retrasos de las obras con 475 euros diarios, lo que suma un montante que supera los 200.000 euros.

Asimismo, la empresa adjudicataria tiene previsto presentar un segundo recurso reclamando las partidas de las obras ejecutadas, que el Ayuntamiento no les reconoce, y un tercer contencioso por la forma en que el Consistorio tomó posesión de la obra.

Y es que, lamentó, "no hemos entregado la obra, la han tomado vulnerando los preceptos de la ley de contratos del sector público". "Es injusto", exclamó.

Miguel del Toro representa, junto a Luis Fernández Mula, a Trimtor, que forma una Unión técnica de empresas (UTE) con la compañía Azuche 88 para la ejecución de la tercera y última fase de las obras.

"una persecución y caza de brujas"

Las empresas encargadas de la reforma, Trimtor S.A. y Azuche 88 S.L., que suscribieron el contrato con el Ayuntamiento de Murcia el 2 de julio de 2009, no tuvieron acceso a su interior, para comenzar las obras, hasta el 12 de enero de 2010.

Esa fue la fecha en que se firmó el acta de replanteo, documento que sirve de base para el inicio de trabajos y cómputo del plazo de ejecución, y cuando recibió una llamada del que fuera director de las obras del Teatro Romea y jefe de la Oficina Técnica de Arquitectura (OTA) del Ayuntamiento, Antonio González Serna, quien le aconsejaba dejar la obra.

A partir de entonces, tras su negativa, "solo encontramos trabas", apuntó el empresario Miguel del Toro, quien aseguró que González Serna "ha cumplido perfectamente su predicción y nos ha machacado, y si no hemos perdido más es porque no ha podido". "Se convirtió en una persecución y una caza de brujas", afirmó apesadumbrado.

Cuando la UTE entra, finalmente, en el edificio a ejecutar la fase para la que se le contrató, encontraron graves daños en las instalaciones y estructura del teatro, desconocidas hasta el momento por todas las partes implicadas.

A pesar de que los directores de obra subrayaron en numerosas ocasiones la necesidad de subsanar esos daños para poder continuar con la labor de reforma, la Oficina Técnica de Arquitectura (OTA) del Consistorio de Murcia no sólo se negó en primera instancia la necesidad de acometer nuevas actuaciones, sino que pretendió imputar el coste de las reparaciones a la UTE.

Así, cualquier toma de decisión, criticó Miguel del Toro, "se prolongaba en el tiempo". Por ejemplo, nueve meses tardó la OTA en aceptar la propuesta de demolición de forjados en mal estado, entre otras muchas dilaciones.

Los directores de obra emitieron un primer informe técnico el 22 de febrero de 2010 en el que se especificaban los problemas detectados y que obligaban al replanteo de las obras. Esto conllevaba necesariamente retrasos de las mismas, previa aceptación del supervisor de la Oficina Técnica de Arquitectura.

Ese consenso, añadió la UTE, "nunca se produjo y desde la fecha se inicio una tramitación con cruce de informes y solicitudes en los que las empresas responsables de la obra resultaron perjudicadas en lo económico, pero también en imagen y prestigio".

El pasado 29 de septiembre la Junta de Gobierno Municipal acordó suspender la tramitación del proyecto modificado e iniciar un procedimiento sancionador por supuesto retraso.

Finalmente, el Ayuntamiento "tomó" el Romea y cambió los bombines para evitar que la UTE entrara, que sigue sin entregar la obra. "Una obra que está terminada desde el pasado mes de agosto, según certificación escrita de los directores de proyecto", concluyó Del Toro.

Según han informado a Europa Press fuentes municipales, no se ha determinado aún la apertura del Teatro Romea, aunque está previsto que una gala de Proyecto Hombre levante el telón.

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