El único candidato que se presenta a las elecciones a rector de la Universidad de Sevilla (US) y, por lo tanto, el sucesor de Joaquín Luque al frente de la institución académica hasta 2016, Antonio Ramírez de Arellano, no cree que la actual situación de crisis económica sea un impedimento para gestionar la Hispalense durante los próximos cuatro años.

"La Universidad siempre ha gestionado sus recursos de forma austera, así que eso no será una novedad; pero sí que se tengan en cuenta aspectos cualitativos que dificultan más que los cuantitativos el funcionamiento de la US", argumenta en una entrevista con Europa Press.

Tampoco considera el futuro rector que la crisis sea la razón de que no vaya a tener oponente en estas inusuales elecciones: "Creo que es por otros motivos; puede ser también, por qué no, porque haya confianza en mi actuación como posible rector y que eso haya dado lugar a que no se animen otras personas", explica no sin aclarar que él hubiera preferido tener adversario.

Sea como fuere, de lo que está convencido Ramírez de Arellano es de que, para hacer frente a las dificultades del momento, "lo que hace falta sobre todo es despejar incertidumbres" en tres niveles. El primero de ellos es de carácter normativo. "Es muy importante que, después de un periodo muy intenso de cambios, haya un periodo de asentamiento y consolidación de los cambios que ha traído el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y las normas que lo desarrollan". El segundo, es financiero —"que el marco sea estable y que los ajustes se hagan solo donde se tengan que producir" y, el tercero, de gestión: "hay que garantizar la gestión eficiente y eficaz".

"Cumpliendo con estas tres condiciones y no parando ningún proyecto, creo que podemos seguir avanzando teniendo siempre actitud de liderazgo y de referente internacional para la excelencia a la vez que consolidamos las medidas puestas en marcha con anterioridad", afirma seguro y concienciado de que, además, su "obligación" como futuro rector será la de "pelear" por mantener cada euro que la US recibe de las arcas públicas autonómicas y estatales. "A día de hoy, la Universidad cuenta con una dotación económica adecuada, pero si eso va a seguir siendo así no depende de mi; pero mi obligación como rector será concienciar a la clase política de que es imprescindible mantener la apuesta por la educación y, en particular, por la educación superior como única garantía de no volver a repetir el modelo económico que nos ha llevado a esta situación de crisis", recalca.

Preguntado sobre si apostaría, como lo han hecho públicamente otros colegas de otras universidades andaluces por el "mecenazgo" como fórmula de captación de fondos privados para las universidades públicas, Ramírez de Arellano señala que, "en cierto modo, ya se captan fondos del exterior a través de proyectos de investigación". Aún así, advierte de que "si se plantea la búsqueda de fondos adicionales para mejorar la financiación (de las universidades) y llegar así a los niveles internacionales de capital privado", debería realizarse como "un esfuerzo colectivo", ya que no considera "que deba ponerse a las universidades a competir en la búsqueda de fondos privados". "Sería bueno que se hiciera, pero siempre en un ambiente de colaboración donde todo el sistema universitario sea el que busque aliados privados para aumentar notablemente la financiación", resume.

Ejes del programa

De otro lado, Ramírez de Arellano ha subrayado los ejes de su programa electoral, que presentará este lunes en una sesión extraordinaria al Claustro de la US para su posterior debate con los miembros del mismo. Según el candidato, el "primero y más importante" es que como Universidad, la Hispalense "responda a la demanda formativa" de los estudiantes y la sociedad. Además, "será el mandato también de la investigación, y queremos potenciarla en Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades para que alcance niveles de excelencia", agrega en toda una declaración de intenciones en defensa de los Grados no técnicos ni científicos.

Asimismo, apuesta por que la US sea "motor de referencia, de desarrollo, de riqueza y de empleo para la sociedad a través de la transferencia del conocimiento" y "continuar garantizando una carrera estable para profesorado y personal de administración y servicios donde el reconocimiento de los méritos sea claro para esa progresión".

Finalmente, Ramírez de Arellano quiere fomentar la internacionalización de la Universidad de Sevilla y convertir a ésta en "patrimonio" de toda la ciudad. "Queremos ser una universidad abierta a la sociedad y humana, con un compromiso hacia fuera y hacia adentro", concluye.