La decisión llega después de varios meses de reticencias, a pesar de que el Gobierno del país asiático había autorizado el rodaje del filme en Shanghai –tras estudiar cuidadosamente el guión–. La autorización para exhibir la película llega acompañada de algunos cortes en el metraje, que afectarán a 18 minutos de la cinta. Según fuentes de la distribuidora The China Film Group Corporation, este ‘tijeretazo’ afectará, entre otras escenas a «una persecución de vehículos con tiroteos en las calles de Shanghai».