Roussef pierde otro ministro por corrupción relacionada con las obras del Mundial

  • Es el séptimo ministro que pierde por sospechas de corrupción en un año.
  • Ya estaba en el Gobierno el 1 de enero de 2011, cuando Rousseff asumió el poder.
  • Tanto él como su sustituto pertenecen a un partido heredero de la dictadura.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
EFE
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

El ministro de Ciudades de Brasil, Mario Negromonte, renunció este jueves en medio de denuncias de corrupción y se convirtió en el séptimo miembro del gabinete de la presidenta Dilma Rousseff que pierde el cargo debido a supuestas irregularidades en su gestión desde hace poco más de un año.

Negromonte, de 61 años, estaba en el Gobierno desde el 1 de enero de 2011, cuando Rousseff asumió el poder en reemplazo de su padrino político Luiz Inácio Lula da Silva.

El ministro dimisionario estaba contra las cuerdas desde fines del año pasado, cuando varios diarios y revistas informaron de supuestas irregularidades en algunos proyectos relacionados con la organización del Mundial de fútbol del 2014, que dependen del Ministerio de Ciudades.

Por la informaciones periodísticas, Negromonte declaró ante una comisión del Congreso y negó a los diputados su implicación en las denuncias que, aseguró, estaban siendo ya investigadas e insinuó que era víctima de una campaña "mediática".

Esa misma defensa habían usado antes su compañero de gabinete de de la Presidencia, de Transportes, de Agricultura, de Turismo, de Deporte, y de Trabajo, que, no obstante, fueron cayendo como piezas de dominó entre junio y diciembre del año pasado.

Sin embargo, nuevas denuncias publicadas la semana pasada por medios locales, que daban cuenta de supuestas maniobras dirigidas a beneficiar a empresarios en recientes licitaciones del Ministerio de Ciudades, acabaron por derrumbar también a Negromonte.

En su carta de renuncia, entregada este jueves a Rousseff, el ahora exministro aseguró que estaba en medio de una "batalla con la prensa", reiteró su inocencia y admitió que ya no había "condiciones políticas necesarias" para su continuación en el Gobierno. Según fuentes políticas, Rousseff se había decidido a destituir a Negromonte, con quien habría conversado sobre el asunto el pasado lunes.

Los otros ministros están siendo juzgados

En todos los casos, los ministros que han perdido el cargo desde que asumió Rousseff fueron objeto de denuncias ventiladas por los medios de comunicación, que luego dieron lugar a procesos judiciales que aún están en curso.

Salvo el anterior titular de Turismo, Pedro Novais, y ahora el propio Negromonte, todos habían pertenecido a alguno de los gobiernos de Lula, quien presidió el país durante dos mandatos consecutivos desde enero de 2003 al mismo mes de 2011.

Además de los ministros que salieron por presunta corrupción, Rousseff perdió el año pasado al titular de Defensa, Nelson Jobim, quien renunció por diferencias con el Gobierno, y este mes al responsable de Educación, Fernando Haddad, quien dejó el cargo porque será candidato a alcalde de Sao Paulo en octubre próximo.

Un sucesor controvertido

Según informó la propia Rousseff en una nota oficial divulgada este jueves, Negromonte será sustituido por el diputado Aguinaldo Ribeiro, del mismo conservador Partido Progresista (PP) al que pertenece el ministro saliente.

Ribeiro, de 52 años, es ingeniero especializado en administración de empresas y fue secretario de Medio Ambiente, de Recursos Hídricos y de Ciencia y Tecnología en su estado natal de Paraíba, y cuenta con un perfil más técnico que político, que es lo que ha buscado Rousseff a la hora de escoger a sus colaboradores.

Sus antecedentes familiares están rodeados de polémica. Su abuelo, según cuenta la Folha de Sao Paulo, ha sido acusado en libros oficiales de mandar matar líderes campesinos en Paraíba, algo que el nuevo ministro no ha desmentido.

El PP nació de divisiones en el seno de la Alianza Renovadora Nacional (Arena), partido de fachada creado por la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985.

Esa formación de derechas tiene actualmente 44 diputados y cuatro senadores y es uno de los doce partidos que integra la variopinta coalición que respalda a Rousseff, en la que está representado todo el espectro político nacional, salvo la extrema izquierda.

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