Su nombre es Rafael y es un presbítero protestante que fue suspendido "por hacer pública mi homosexualidad en mi Iglesia".

¿Cuándo percibió su tendencia homo-afectivo-sexual?

Desde que era pequeño, no consigo recordar un instante concreto. Siempre, desde que recuerdo me he sentido homosexual. ¿Qué conflicto viviste en tu aceptación, si lo hubo? Mi verdadero conflicto vino cuando estaba en el seminario. Allí hablaban continuamente en contra de la homosexualidad y eso me provocó un grave problema de conciencia que me hizo caer en una profunda depresión. Cuando conté el problema mis superiores me llevaron a un psiquiatra que trató de "curarme" con pastillas. Llégué a tomar más de quince pastillas diarias. Fue una experiencia terrible que duró casi dos años y que me ha marcado para toda la vida.

¿Cómo es su vida diaria en su congregación-parroquia en relación a su tendencia homo afectivo sexual?

Actualmente no tengo parroquia. Hace poco más de un año decidí decirle a mi obispo que no quería seguir manteniendo en secreto que era gay y que convivía con otro hombre desde hacía nueve años. Después de tanto tiempo llevando una doble vida y mintiendo a mi congregación decidí compartir con ellos mi situación. Esto hizo que mi obispo me suspendiera. Sigo siendo presbítero pero no puedo celebrar ningún sacramento ni representar a la Iglesia. Bueno, esto es lo que dice el papel que me enviaron aunque para mí ese papel no tiene ningún valor. Conozco otros compañeros que son gays con pareja pero prefieren llevar una doble vida para mantenerse dentro de la estructura eclesial. Yo respeto esta opción, pero no la puedo compartir. Llevar una doble vida es nocivo para la persona y supone un coste muy duro. Por otro lado considera que hacer esto es contrario a las enseñanzas de Jesús. En todo este tiempo no he vuelto a saber nada de mi obispo ni de casi ningún compañero. Parece que ser sincero y tratar de vivir de forma coherente y equilibrada tiene un coste muy elevado dentro de la iglesia. Todo este proceso ha sido muy duro para mí, y aún hoy lo sigue siendo, pero no lo cambiaría porque estoy en paz conmigo mismo y más cerca de Dios.

¿Qué siente cuando oyes a la jerarquía eclesial hablar en contra del matrimonio homosexual o descalificar a las parejas compuestas por personas de un mismo sexo?

En primer lugar me da mucha rabia, pero después me da mucha pena. Creo que en la iglesia se debe terminar con la hipocresía, y en este tema hay mucha. Es de sabios rectificar y la jerarquía debería hacerlo cuanto antes porque no tiene razón en sus posturas.

¿Es la religión católica homófoba? ¿Es la Iglesia homófoba?

Yo no creo que la religión católica o la Iglesia católica, ni ninguna otra iglesia cristiana, sean homófobas. La homofobia está en el corazón de muchas personas que pertenecen a las distintas iglesias. El problema es que muchas de esas personas tienen el poder.

Comunidad gay e Iglesia, ¿cómo percibe la relación?

Creo que se han dado algunos pasos positivos de acercamiento entre ambas realidades. Son pasitos pequeños, pero muy importantes. No obstante hay muchas personas a las que esto les molesta y tratan de destruir el trabajo que se va haciendo. Creo que en estas comunidades se ve el amor de Dios. Es imposible conocer estas comunidades y no sentir la presencia viva de Jesús en ellas. Quizá esto se ha perdido dentro de la propia Iglesia oficial.

¿Qué le diría a jerarquía eclesial sobre su realidad?

Les diría a todas las personas que ocupan puestos de dirección en las distintas iglesias y que tienen el corazón enfermo de homofobia, que se acerquen más a Jesús y le dejen entrar en sus corazones para que así se llenen de amor y todo lo malo que habita en ellos sea expulsado.