Los rasgos de la cultura china pueden contribuir a mejorar la competitividad española

La tesina de un cántabro apuesta por la "simbiosis" de los rasgos culturales chinos y españoles para impulsar la economía
Gonzalo López Gándara En Un Comercio Textil
Gonzalo López Gándara En Un Comercio Textil
CEDIDA
Gonzalo López Gándara En Un Comercio Textil

Los valores familiares, la unión para conseguir objetivos y la adaptación al cliente son algunos de los rasgos de la cultura empresarial china que, de incorporarse a la española, podrían impulsar la competitividad española en sectores en crisis, como el textil.

Es una de las conclusiones a las que llega el cántabro Gonzalo López Gándara en su tesina 'Asentamiento del negocio textil chino en la capital de España: claves y factores de éxito', para el Centro Universitario Cesine-University of Wales en la carrera de Licenciatura de Administración y Dirección de Empresas.

El propio autor del trabajo reconoce que ha resultado "dificultoso" y "complejo" en cuanto al acceso a la información y a los "círculos comerciales" de la comunidad china en España, lo que le llevó a adoptar técnicas como la simulación de compras, junto a las entrevistas personales, entre otras.

El estudio, recogido por Europa Press, advierte de que la población china que se ha establecido en España "ya no es una minoría discreta, cerrada y silenciosa", pese a que el colectivo siga "rodeado de estereotipos".

Según argumenta, la crisis del sector textil español no se debe sólo a la fuerte competencia de las importaciones chinas, con precios más reducidos, calidades inferiores y peores condiciones laborales, sino que a esta competitividad también afecta la filosofía de negocio china, advierte, por lo que recomienda el "aprendizaje" de los rasgos emprendedores distintivos de esta comunidad para "optimizar" la gestión competitiva española con respecto a la población china.

El fortalecimiento del sector textil español, señala el estudio, tiene que basarse en la calidad, el diseño y creatividad, con un proceso de producción más eficaz y dinámico, enfatizando la calidad y el trabajo en equipo, de forma que se pueda hacer frente al potencial textil chino.

Se destaca que el verdadero "peligro", "si es que éste existe", no está en los costes laborales, sino en la capacidad de China y de sus empresas "a todos los niveles".

Un proceso "imparable" del que hay que ser "conscientes" para "adaptarse" y tratar de transformar ese "peligro" y "amenaza" en "oportunidades comerciales".

Paralelamente, López Gándara considera que en España se tienen que reducir las trabas administrativas para abrir un negocio, de forma que puedan proliferar los comercios nacionales para "contener" la expansión de las ofertas de mercado chinas.

En el plano comercial, recomienda precios competitivos, la ampliación del horario comercial "siempre y cuando se esté dentro de la legalidad", y "unirse" para conseguir los objetivos propuestos, de forma que se tenga "más fuerza para afrontar las adversidades", pero perdiendo el "temor al fracaso".

Filosofía empresarial

El mercado del gigante asiático está basado en una política de negocio que se guía por la premisa de que "hay que vender más" aunque sea "ganando menos".

Frente al tópico de sus productos de "aptitudes irregulares", el estudio apunta que el mercado chino también ofrece una óptima calidad, aunque a unos precios más competitivos que en otros países productores, lo cual les favorece de cara a sus márgenes comerciales.

La red de familiares y amigos en que se apoyan los emprendedores chinos en España tiene consecuencias sobre aspectos como la financiación, la información sobre la disponibilidad de locales o los trámites necesarios para iniciar su actividad.

Del mismo modo, el trabajo se organiza de forma familiar, gracias a la contribución de todos sus miembros en pos de un bien común al que orientan su "ambición y sacrificio".

Los comerciantes chinos también se caracterizan por su flexibilidad y adaptación al cliente español, tanto en horarios como en precios.

Asimismo, les ha ayudado la caída de los precios de alquiler de los locales, que adquieren y adaptan a los gustos estéticos de los clientes españoles.

Su cultura empresarial presenta una gran iniciativa emprendedora y una reducida aversión al riesgo.

Los empresarios previamente han sido empleados, lo que les ha servido para adquirir la experiencia y conocimientos necesarios para el desarrollo posterior de su propia empresa.

Dentro de ellos, predomina un perfil ahorrador y "muy rígido" en el trabajo, en unos empresarios que son "buenos relaciones públicas".

Así, la "sonrisa" como forma de expresar fe en el propio negocio desde la premisa de que "los buenos negocios son siempre personales" y "los buenos equipos, aún más", guían una acción de trabajo basada en la comunicación y en la que "la tradición no es cerrazón".

Es una filosofía en la que el error "no es culpa, sino oportunidad" y, en consecuencia, afear un error a un subordinado es "esterilizarlo", al entenderse que "un error es la oportunidad de permitirle demostrar que puede arreglarlo y de aprender cómo no repetirlo".

China y el textil

En la actualidad, en España se contabilizan más de 146.000 chinos con residencia legal en España.

China se ha convertido en el primer proveedor de calzado de España y en el proveedor de España que más crecimiento ha registrado en los últimos ejercicios, con un porcentaje evolutivo superior al 11%.

En los últimos años, en el sector textil español se han perdido 60.000 empleos, debido en gran parte a la competencia de los productos provenientes de China, multiplicándose casi por cuatro las importaciones textiles de dicho país, durante los últimos diez años.

Precisamente, el estudio incide en una serie de valores propios de la cultura china como elementos que han contribuido a este éxito, y que el autor de la tesina anima a asumir entre el empresariado español.

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