Las temperaturas mínimas caerán este fin de semana hasta siete grados y la cota de nieve descenderá hasta los 300 metros en Pirineos y en la zona Cantábrica debido a una borrasca que atraviesa Cataluña y Baleares a partir del sábado, dejando a su paso además "heladas fuertes" en toda la Península, según ha adelantado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera.

En declaraciones a Europa Press, Rivera ha señalado que en el resto de la Península, pese a no registrarse apenas lluvias, se esperan "intervalos nubosos y una sensación térmica más fría por la entrada de viento del este y del nordeste". En concreto, los termómetros caerán "bastante" hasta los -7 o -8 grados —frente a los -1,2 grados que se han registrado de mínima en Granada durante el pasado jueves—, mientras que las máximas, pese a no bajar mucho, "serán frescas".

Así, se espera que durante la próxima semana se alcancen los 16 a 18 grados de máxima en el área mediterránea; entre 14 y 15 grados en Andalucía; entre 11 y 13 grados en Baleares; entre 10 y 12 grados en la zona centro; de 9 a 11 grados de máxima en el Cantábrico; entre 7 y 8 grados en el valle del Ebro; y de 5 a 6 en Castilla y León.

Rivera ha concretado que "el anticiclón se ha movido hacia el Atlántico, por donde los próximos días van a entrar borrascas con aire frío". Estas pasarán entre Cataluña y Baleares, por lo que la Península queda en la zona trasera, con pocas precipitaciones. Las lluvias podrían alcanzar si acaso el área mediterránea durante este viernes.

Durante la próxima semana seguirá la misma situación, con precipitaciones "débiles o poco importantes" en la mitad norte y cuadrante nordeste, que podrían extenderse al resto de la Península. "Eso sí, las precipitaciones que se produzcan serán de nieve, por las bajas temperaturas", recuerda el portavoz de la AEMET.