Josefina Molina: "Tenemos que hacer un mundo más duradero, amable y vivible"

  • La directora de cine recibirá el Goya de Honor por toda su carrera.
  • Molina asegura que nos encontramos "en un momento revolucionario".
La directora de cine Josefina Molina, Goya de Honor 2012.
La directora de cine Josefina Molina, Goya de Honor 2012.
Enrique Cidoncha
La directora de cine Josefina Molina, Goya de Honor 2012.

Autora de Esquilache o la serie Teresa de Jesús, reivindica con energía y lucidez el papel de la mujer en "una revolución". Molina no recogerá su Goya en la gala del 19 de febrero, sino en la fiesta de los candidatos que se celebra el sábado por la tarde, pues a partir de ahora así será para los Goya de Honor.

No es la única novedad de este año: la ceremonia regresa al Palacio Municipal de Congresos de Madrid, y será emitida en directo por televisión. Molina, de todas formas, no quiere dar un discurso largo: "Será muy breve, porque el tiempo es oro y no voy a hacer una larga lista de agradecimientos".

¿Se siente pionera o representante de las directoras?

Pionera no soy: antes que yo hubo varias. Pero tengo experiencia, y sé que nuestros presupuestos han sido menores que los de los hombres, y eso ha implicado que pasemos más desapercibidas.

¿Cómo definiría su cine?

Soy muy perfeccionista y crítica, y hay películas que no me gustan. Es mejor que hablen otros: lo que tenía que decir ya lo dije con mis películas. ¿Algo distintivo? Siempre he hablado de la libertad de las mujeres para elegir su camino.

¿Cuál es su mejor película?

El experimento más interesante fue Función de noche. Estuvo a punto de no hacerse por el 23-F, y el productor arriesgó su dinero. Fue un compromiso muy grande, pero salió una película útil. Era importante decir, en plena transición, que había que optar por la libertad.

¿Renunció a mucho por el cine?

En mi época no era común que una mujer dirigiera. Mi familia no lo entendía: tuve que luchar contra la inercia y afrontar un doble trabajo, el de atender a mi profesión y a mis tareas como mujer. Y_otra cosa:_la norma era que los directores tenían que dar muchos gritos e imponer su autoridad, pero yo pensaba que la autoridad no consiste en dar voces, sino en tener coherencia y tomar buenas decisiones.

¿Cómo ve el presente?

Hay alguien muy preocupado en que tengamos muchísimo miedo: así estaremos dispuestos a lo que sea necesario. Pero estamos en un momento revolucionario, porque no podemos seguir así, y las mujeres tenemos mucho que aportar a este mundo tan inhóspito y desigual. Hemos de hacer un mundo más amable, vivible y duradero, porque nos lo estamos cargando, y llegar a un pensamiento basado en la solidaridad. Pero será difícil: el mercado, ese monstruo que nos come, nos usa y nos tira, no lo pondrá sencillo.

Habla de la aportación femenina: ¿en qué consistiría?

En contribuir con algo que haga de contrapeso al pensamiento masculino. No hacer lo mismo que Thatcher, calcar el modelo del hombre, sino solidificando nuestras vivencias. Durante siglos no nos han dejado opinar, y eso nos ha dado una gran capacidad de comprensión y observación. Esa capacidad acumulada de comprensión y convivencia haría más amable el día a día.

¿Por qué no contribuye haciendo más películas?

Querría hacer cosas que ya no se pueden hacer, como un cine de corte político que ya no se lleva. Hablar de mis conciudadanos para, por ejemplo, analizar por qué se vota a los corruptos: estamos rodeados de corrupción, pero no pasa nada. Los votantes parecen premiarla, y no lo entiendo.

BIO: Nació en Córdoba en 1936. Estudió Ciencias Políticas. Dirigió programas como Estudio 1 y ha hecho abundantes películas, obras de teatro y series de televisión.

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