El presidente de Emaya dice que hay "una guerra civil entre sindicatos" y que los casos de acoso serán "extirpados"

El presidente de Emaya, Andreu Garau, ha asegurado que hay "una guerra civil entre sindicatos" y se ha comprometido a resolverla, así como a extirpar cualquier caso de acoso que se dé. El también teniente de alcalde de Medio Ambiente ha asegurado que es "lamentable" que se mezclen "situaciones tan graves como el acoso" con "los cambios de procedimiento" en la empresa para "confundir y manipular a la opinión pública".

El presidente de Emaya, Andreu Garau, ha asegurado que hay "una guerra civil entre sindicatos" y se ha comprometido a resolverla, así como a extirpar cualquier caso de acoso que se dé. El también teniente de alcalde de Medio Ambiente ha asegurado que es "lamentable" que se mezclen "situaciones tan graves como el acoso" con "los cambios de procedimiento" en la empresa para "confundir y manipular a la opinión pública".

Garau ha respondido así a las alusiones del concejal del PSIB en el Ayuntamiento, Andreu Alcover, y le ha recriminado que él tuvo un año para poner en marcha el protocolo anti-acoso y que ha tenido que ser él, quien lo pusiera en marcha.

La polémica sale a la luz tras las protestas en la sede de dos miembros de UGT y USO en las que denuncian el "acoso laboral y por cuestión de sexo" que se da en la empresa. Este jueves, además, el presidente del Comité de Empresa de USO, Julián Sánchez, ha pedido, en el Pleno del Ayuntamiento, la "dimisión" de Garau por su "incompetencia" para gestionar los recursos humanos.

En declaraciones a los medios, Garau ha asegurado que es consciente de que "hay un problema" y que se compromete a resolverlo de "manera rigurosa y técnica" y no desde "el sectarismo ni político ni sindical". Así, ha dicho que "cualquier tema de acoso que detecte en la empresa será denunciado, analizado y, por supuesto, extirpado".

El presidente de la empresa ha revelado que reunirá a un equipo de profesionales independientes de fuera de Mallorca y con el Govern y el Ministerio de Trabajo actuarán y resolverán el problema.

Protestas en la sede de emaya

Este jueves, Sánchez ha pedido al alcalde de Palma, Mateu Isern, que como "máximo responsable debe acabar con el acoso". Así, ha responsabilizado al primer edil "de lo que ocurra a los compañeros", en referencia al trabajador que está encadenado y al que mantiene una huelga de hambre.

Las protestas contra el "acoso laboral" en la sede de Emaya empezaron hace 11 días cuando un miembro del Comité y delegado de Prevención de USO, Miguel Romero, se encadenó en una de las columnas. A esta queja se unió la del también delegado de Prevención y miembro del Comité de Empresa de UGT, José Lanciano, que se declaró en huelga de hambre el pasado domingo a las 23.00 horas.

Lanciano empezó la acción de protesta, porque "es el momento de defender hasta sus últimas consecuencias" la "dignidad como trabajadores", ya que debe cesar "el acoso laboral, y el trato discriminatorio".

Desde UGT destacan la "ausencia de criterios profesionales y la degradación del clima laboral" hacia las que la Dirección se muestra "pasiva" y, a veces, "cómplice". Según explican, la acción cuenta con el "pleno apoyo" de la representación de los trabajadores, de la mayoría del Comité de Empresa y de las Secciones Sindicales de USO, CCOO, USTE, UGT y CSIF en Emaya.

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