El marido de la autora confesa de la muerte de sus hijos exige la pena máxima de 40 años de cárcel

El marido de la autora confesa de la muerte de sus dos hijos, de tres y once años de edad, en su domicilio del barrio de La Alcantarilla de la capital jiennense el pasado 29 de septiembre, ha exigido, como acusación particular, ejercida por su letrado Manuel Gutiérrez Collado, la pena máxima de cárcel para Ruth B.V., un total de 40 años de prisión, 20 por cada uno de los dos presuntos asesinatos.
El Padre De Los Niños Muertos A Manos De Su Madre
El Padre De Los Niños Muertos A Manos De Su Madre
EUROPA PRESS/ARCHIVO
El Padre De Los Niños Muertos A Manos De Su Madre

De este modo, como ha asegurado Gutiérrez Collado a los periodistas, "como ha quedado demostrado por los forenses en los informes periciales, la acusada es imputable penalmente y, aunque podría tener algunas alteraciones volitivas un poco mermadas, entiende que sus condiciones cognitivas estaban perfectas".

Asimismo, a preguntas de los periodistas sobre el estado de ánimo del marido de la acusada, Gutiérrez Collado ha respondido "imaginad cómo está". Para el abogado, la acusada "sabía lo que hacía en ese momento, era conocedora de lo que hacía y el alcance de los hechos", por lo que en su escrito de acusación no le ha aplicado atenuante alguno. De esta forma, como ha aseverado, Ruth B.V. "desde el primer momento reconoció los hechos y detalló todo sobre cómo llevó a cabo los presuntos asesinatos".

Según su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, la autora confesa de dichas muertes "llevaba varios días planificando los asesinatos de sus hijos". Así, explica que, una vez que comete el crimen, avisa de lo que ha hecho a su hermano por teléfono, si bien es la mujer de éste la que coge el aparato y a la que le cuenta lo sucedido. Posteriormente, el hermano de Ruth B.V. lo traslado al servicio coordinado de Emergencias 112 de Andalucía, cuyo personal presenció momentos después "un panorama dantesco".

De este modo, Gutiérrez Collado detalla que su cuñada, quien también se personó en el domicilio de Alcalde Cancio Uribe, se encontró al hijo mayor fallecido en la cama del dormitorio de matrimonio, mientras que el menor se encontraba en la cama de su propio dormitorio, ambos en situación de cúbito supino.

Aportó "infinidad de datos"

Por su parte, la acusada detalló en aquel momento a la policía, "con infinidad de datos, cómo ha asesinado a sus hijos", datos que más tarde han sido corroborados pro todas las pruebas periciales, tanto de Toxicología, como de los forenses que practicaron las autopsias a los menores de tres y once años de edad.

De esta manera, Ruth B.V. expresó que el día de antes de los hechos preparó unas pastillas a sus hijos para que se las tomaran, pero que no se las dio porque no tuvo valor, que las preparó en unas tazas y que las guardó. Sin embargo, el día de los hechos, "como otro día normal, llevó a a sus hijos al colegio por la mañana y luego fue a recogerlos junto a su marido para comer después todos juntos en casa".

Asimismo, según el escrito de la acusación, "no hay que olvidar que desde el día de antes, por lo menos, ya tenía planeado el matar a sus hijos y ya había preparado los medicamentos para adormecerlos y luego asfixiarlos". En concreto, alrededor de las 16,00 horas, el padre de los niños se marchó de casa para acudir a una sesión de rehabilitación y, en cuanto éste se largó, "retomó su plan para matar a sus hijos, consistente en darles medicamentos que los durmieran y asfixiarlos con una manta".

Tal y como relata la acusación, las muertes las lleva a cabo "tranquilamente en el plazo de tres horas, desde las 16,00 horas que se va el marido a rehabilitación, hasta las 19,12 horas, que tiene conocimiento el 112, teniendo en cuenta que hasta las 18,00 horas no comienza a asfixiar a los niños, una vez que los ha dormido con los medicamentos".

"tenía que pagar por ello"

Tras ver lo que había hecho, la acusada aseguró que intentó quitarse la vida y que se dio unos cortes en el cuerpo de mínima importancia, pero que se dio cuenta de lo ocurrido y que tenía que pagar por ello. Así, manifestó que no quiere compasión y que quiere cumplir por lo que ha hecho, si bien explicó que había matado a sus hijos para que no sufrieran cuando ella se suicidara.

Además, recuerda el escrito que, al realizar la autopsia y los análisis periciales y forenses pertinentes, se han encontrado en los cuerpos de los niños dos sustancias que la acusada utilizó para la mezcla, si bien las cajas de dichos medicamentos se encontraron en la inspección ocular de la vivienda donde ocurrieron los asesinatos, así como en el levantamiento de los cadáveres.

Por todo ello, la acusación particular considera que los hechos relatados constituyen dos delitos de asesinato, concurriendo la circunstancia de la alevosía, concurriendo la circunstancia agravante de la responsabilidad en ambos delitos de asesinato de parentesco. Así, pide la pena de 20 años de cárcel por cada uno de los delitos de asesinato.

Por último, considera que procede imponer a la acusada una medida de prohibición de residir en la localidad donde lo haga su todavía marido, así como prohibición de comunicarse con él por cualquier medio, medida que deberá estar vigente hasta diez años después de que la acusada haya cumplido la pena que le imponga en el presente procedimiento. Respecto a la responsabilidad civil, ha pedido una indemnización al padre de los niños fallecidos de 300.000 euros, 150.000 euros por la muerte de cada hijo.

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