El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cáceres, Valentín Pacheco, ha informado este miércoles de que ha llegado otro anónimo, esta vez vía correo ordinario al registro general del consistorio, pidiendo perdón por las amenazas que la semana pasada recibió la alcaldesa, Elena Nevado, por su decisión de trasladar el mercado franco a las Vegas del Mocho.

La carta está escrita en un folio en blanco con bolígrafo, usando una regla con molde de letras y en "parecidas condiciones" al anónimo que la regidora recibió anteriormente, "con alguna falta de ortografía", dice Pacheco, por lo que él cree que "puede ser de la misma persona".

El texto completo dice: "Perdón, perdón mil veces. Tranquila. Nada sucederá. Siento mucho lo ocurrido. Hice una gran tontería", según ha leído el portavoz en una rueda de prensa en la que ha comparecido junto al concejal de Fomento, Jorge Carrasco.

Al igual que ocurriera con el anterior anónimo, en el que se amenazaba a la alcaldesa con que se estaba "metiendo en un lío muy gordo" y que "todos los días ocurren accidentes por casualidad", éste también se ha puesto en manos de la policía para qué investigue "quién ha hecho esto", asegura el portavoz.

El portavoz ha vuelto a recordar que las discrepancias respecto al traslado del mercadillo "se arreglan con diálogo" y "buscando el consenso en las soluciones", pero "nunca con anónimos", y ha recordado que "el Gobierno está aquí para gobernar y para tomar decisiones".

Condena de los vendedores

Minutos antes de conocer la existencia de este nuevo anónimo, en el mercado franco en Vegas del Mocho, uno de los portavoces de los vendedores, José Manuel Morán, se ha mostrado "en contra" de este tipo de actuaciones y ha descartado que el anónimo haya venido del colectivo de vendedores.

"Estamos totalmente en contra de esas amenazas porque son más propias de la mafia siciliana que no de los autónomos y vendedores del mercado", ha dicho Morán, que ha recordado que algunos llevan "más de 40 años" negociando con los ayuntamientos los diversos cambios de ubicación que ha sufrido el mercado y "nunca se ha amenazado".

"Ha habido tensión con algunos ayuntamientos, se ha negociado, se ha hablado pero nunca se ha amenazado", recalca uno de los portavoces del colectivo, que añade que "se puede hablar con más o menos pudor pero amenazar a las personas, a la familia y a las instituciones nunca se ha hecho".

Morán confía en que la investigación de la policía "sea un éxito cuanto antes" porque "los vendedores no son ninguna banda organizada para amenazar a las personas y a las instituciones", concluye.