La familia de José Félix García-Ochoa, el joven que falleció en 2008 en Sonseca (Toledo) a consecuencia del traumatismo craneoencefálico que le causaron los golpes propinados por tres jóvenes en Sonseca, todavía se está planteando si recurrirá ante el Tribunal Constitucional la sentencia del Tribunal Supremo por la que rebajaba de 23 a 13 años la pena de los tres condenados por este hecho.

Así lo han asegurado en declaraciones a los medios el padre del joven fallecido, Felix García-Ochoa, quien acompañado por su hija Nuria han acudido a la manifestación celebrada en Toledo en "repulsa" contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que condenó a Miguel Carcaño a 20 años de cárcel por el asesinato de Marta del Castillo y absolvió al resto de acusados.

García-Ochoa ha señalado que ha acudido a la manifestación para apoyar a la familia de Marta del Castillo y pedir que "de una vez por todas se haga justicia y los asesinos tanto de Marta del Castillo como de mi hijo cumplan con las penas que se merecen", ha manifestado.

Por su parte, la hermana de José Felix ha señalado que han estado en contacto con la familia de la joven sevillana y que el sentimiento por desaparición de esta menor "es común ante una sentencia como la de Marta, ante la cual, todos nos venimos abajo". SENTENCIA

El Tribunal Supremo rebaja en 10 años la pena impuesta en un principio para los acusados —Adrián D.G-V., Fernando G.C. y Mario R.C.— de 23 años a 13 años y seis meses como autores responsables de un delito consumado de homicidio con la circunstancia agravante de abuso de superioridad.

Dicha sentencia del Supremo ha anulado el fallo emitido en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) que confirmó la sentencia condenatoria que emitió en junio de 2010 la Audiencia Provincial de Toledo, desestimando el recurso de las defensas de los tres procesados.

El Tribunal Supremo considera que la muerte de José Félix es un homicidio con dolo eventual y no un asesinato con alevosía y ensañamiento como consideró el TSJCM, ya que señala que "el origen remoto del desenlace final lo constituyó una riña mutuamente aceptada", que partió de la intimación dirigida a los acusados por parte del fallecido.

De este modo afirma que a los acusado se les atribuyó unos actos "que no consta hubieran realizado", como ensuciar con un líquido la luna delantera del vehículo de la víctima. Circunstancias para la que el Alto Tribunal aconseja la imposición de la pena de 13 años y seis meses "como más justa y proporcionada