Los recortes y subidas de impuestos aprobados hasta ahora por el Gobierno de Mariano Rajoy son solo el principio, a la vista de las previsiones macroeconómicas y los compromisos de rigor de España. Los primeros paquetes de medidas –subida del IRPF y congelación del sueldo de los funcionarios, entre otras– supondrán un recorte de 15.000 millones de euros en el déficit público de 2012, lejos de los 40.000 millones que se estima serán necesarios para lograr el objetivo del 4,4% de desfase máximo en las cuentas públicas a finales de año.
Hace falta reducir el déficit de las administraciones en unos 25.000 millones, ¿Cómo? 20 minutos ha consultado a distintos expertos acerca de las medidas concretas que podrían llevarse a cabo. Subidas de impuestos, venta de activos y empresas públicas, recortes de gastos, supresión de ayudas... Estas son sus principales ‘recetas’.
El ajuste de cuentas
- "Inevitable subida de impuestos": Los recortes se prolongarán los próximos dos o tres años –el objetivo del Gobierno para 2014 es tener un déficit máximo del 2,1% respecto al PIB–. "Lo que hace inevitable una subida de impuestos, espero que indirectos", indica el profesor emérito de Economía del IESE Juan José Toribio. En su opinión, fue un error subir el IRPF a las rentas del capital, ya que así se desincentiva la llegada exterior "de aquello que más necesitamos ahora mismo: capital". También sostiene que antes de final de año "se retocará el IVA, porque es el impuesto con más capacidad de dar ingresos al Estado y tiene aún cinco puntos de margen con respecto a países como Portugal y Grecia". En la anterior subida del impuesto al consumo –de mayo de 2010– el tipo medio se incrementó en dos puntos (del 16 al 18%) para recaudar unos 3.000 millones de euros más cada seis meses. Extrapolando estos datos, con una revisión al alza de otros dos puntos –un IVA del 20%– la recaudación podría ascender entre los 3.000 y los 6.000 millones de euros anuales.
A juicio del profesor Toribio, además se retocará el resto de los impuestos especiales –carburantes, tabaco...–, se subirá todo tipo de tasas –las matrículas universitarias, por ejemplo– y se introducirá algún tipo de copago sanitario. "Va a ser imprescindible, porque supondrá mayores ingresos y tendrá un efecto moderador en la demanda de servicios de salud".
- Menos subvenciones y subsidios. El profesor Juan Ramón Rallo, del Instituto Juan de Mariana, fiel a su visión contraria a la subida de ningún impuesto, ha diseñado una propuesta de recortes del gasto para la Administración central que permitiría ahorrar hasta 32.000 millones de euros. En su opinión, se ahorrarían 1.971 millones de euros suprimiendo las ayudas de cooperación para el desarrollo, y otros 7.322 millones eliminando los programas de fomento de la inserción y estabilidad laboral. "Hay que eliminar subvenciones a múltiples sectores y revisar todo el gasto social. Gran parte de los gastos van a grupos de presión, y recortar no tiene por qué significar mermar el servicio público", sostiene Rallo. Así, propone evitar los 113 millones de euros en ayudas al cine, 107 millones a la música y la danza, 56 millones al teatro o 335 millones en subvenciones al transporte terrestre, entre otras partidas.
- Reducción al mínimo de la inversión. La reducción del gasto público en 2012 deberá alcanzar los 25.000 millones de euros, según los expertos de la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI), presidida por el economista Emilio Ontiveros. De esta cifra –más del 2% del PIB español–, unos 15.000 millones se conseguirán disminuyendo el consumo público en gasto de personal y "en compra de bienes y servicios por parte de la Administración". La otra gran partida a suprimir sería, a su juicio, la inversión pública. Eliminando las obras en infraestructuras y otras dotaciones se podría ahorrar hasta 9.500 millones de euros este año. Por otro lado, además de la ya comentada subida impositiva, el Estado podría ingresar varios miles de millones con la venta de activos públicos (edificios, empresas y otro patrimonio).
- Supresión de diputaciones. La reducción radical de gastos cotiza al alza y todos los servicios de estudio consultados por 20 minutos coinciden en su apuesta. "La austeridad en el gasto es inevitable; las reformas estructurales son la mejor vía", según la Funcas. Para el profesor Antoni Espasa, del Instituto Flores de Lemus, "las medidas no pueden tomarse sobre lo más cómodo, sino sobre lo más prescindible y menos productivo. Antes habría que suprimir las diputaciones y acometer una consolidación de ayuntamientos". Este ajuste, según reveló el exvicepresidente Rubalcaba en la pasada campaña, significaría un ahorro de 1.000 millones anuales.
La Ley de Equilibrio, el viernes
La inminente Ley de Equilibrio Presupuestario se aprobará previsiblemente durante el Consejo de Ministros del próximo viernes, tal y como adelantó ayer el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Se trata de "una reforma urgente para España", que irá acompañada, más adelante, de la futura Ley de Transparencia de la Administración. Esta última medida, anunciada la pasada semana, contemplará posibles responsabilidades penales a los gestores públicos que sobrepasen los gastos presupuestados, "en paralelo a lo que hoy se exige a los administradores privados en España", resaltó.
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