La Audiencia Provincial de Cádiz acoge desde este lunes el juicio contra tres miembros del conocido como 'clan de los Flores', a quienes se les atribuyen más de 40 delitos cometidos en apenas cinco meses, entre los que destacan el asesinato de Tamara Leyton en julio de 2008, otros tres en grado de tentativa y una docena de tentativas de homicidio. La Fiscalía pide para ellos penas superiores a los 221 años de prisión.

Según el escrito de calificación fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, el juicio se celebrará en nueve sesiones —este lunes, el martes, el miércoles y los días 30 y 31 de enero, el 1 de febrero y los días 6, 7 y 8 de ese mismo mes—. Detalla el escrito que los hechos tuvieron lugar entre el 21 de marzo y el 24 de agosto de 2008, aprovechando los permisos penitenciarios de fin de semana de los hermanos Francisco F.N. y Fernando F.N., así como del fallecido Cristóbal F.A.

Así, junto a Manuel F.V. decidieron organizarse como una banda para realizar delitos contra la propiedad que cometerían principalmente en casas ubicadas el lugares semirrurales y poco poblados, preferentemente en aquellos en los que se celebrasen fiestas populares o patronales cercanas. Supuestamente, acordaron que el método que utilizarían sería el de arrancar las rejas de las ventanas con palancas o fracturar las puertas, decidiendo usar siempre guantes comunes de limpieza para evitar dejar vestigios.

Asimismo, estuvieron de acuerdo en que realizarían los robos armados con escopetas y en que las usarían contra aquellas personas que se encontraran en las viviendas. Para asegurarse de tener siempre a disposición armas de fuego, acordaron sustraer aquellas que hallasen en las casas que iban a ser objeto de los robos y también consensuaron sustraer vehículos aparcados en las inmediaciones y que luego los incinerarían para dificultar en su caso las pesquisas.

El Ministerio Fiscal subraya que, dado que tres de los miembros de la banda se encontraban en tercer grado penitenciario, actuaban en el periodo comprendido entre la tarde-noche de los viernes a la noche del domingo, en que habían de reintegrarse al centro penitenciario, así como los festivos y sus vísperas en que tuvieran permiso. Cabe señalar que los hermanos habían condenados en el año 2000 por un delito de homicidio.

En el tiempo referido, supuestamente cometieron más de 40 delitos, entre ellos un asesinato y tres tentativas de asesinato, 12 tentativas de homicidio, tres atentados a agente de la autoridad -en una ocasión dispararon a la cabeza a un guardia civil que les dio el alto en un control—, maltrato animal, allanamientos de morada, hurtos y más de una decena de robos en casas habitadas.

Por todo ello, el Ministerio Fiscal pide 255 años y ocho meses de prisión para los hermanos Francisco y Fernando F.N. y 221 años y ocho meses de cárcel para Manuel F.V.

Hechos destacados

Según el escrito de la Fiscalía, en la madrugada del 14 de junio dispararon contra el propietario de una vivienda que los sorprendió registrando en su coche, a su hijo -que logró evitar los impactos arrojándose al suelo-y contra su perro, que quedó malherido. Decidieron no "rematarlo" al considerar que moriría desangrado porque le habían dado de lleno.

No obstante, con intención de "aumentar su sufrimiento", uno de los procesados le puso el cañón del arma en el brazo causándole una quemadura mientras le decía: "Te voy a poner la marca de mis toros". Según el relato del fiscal, esta persona habría muerto de no haber recibido una pronta atención médica.

En la madrugada del 5 de julio dispararon también contra el propietario de una vivienda nada más abrir la puerta porque había escuchado ruidos en el exterior, abriendo fuego contra él dos veces más mientras trataba de huir. Logró salvar su vida, aunque le quedan secuelas.

Esa misma noche se dirigieron a la casa de los Leyton en Puerto Real, ocupada en ese momento por un matrimonio, sus hijos Tamara y José Alberto y un nieto y un sobrino de los anteriores. Así, al percatarse de que alguien estaba merodeando, Tamara salió junto a su hermano con una escopeta de caza inutilizada a fin de ahuyentar a quien fuera. Los cuatro acusados, amparados por la oscuridad, abrieron fuego contra Tamara y su hermano con intención de matarlos.

El joven logró alcanzar la vivienda, quedando Tamara en el suelo. Su madre salió con intención de auxiliarla y también fue alcanzada, al igual que el padre y su sobrino mientras trataban de introducir en casa a la mujer. Todos resultaron con heridas y Tamara perdió la vida. Cuando los acusados abandonaban el lugar en coche se cruzaron con varios agentes de Policía que le dieron el alto, abriendo fuego contra ellos.

En la madrugada del 9 de agosto, después de perpetrar varios robos en Setenil de las Bodegas, la Guardia Civil estableció dos controles separados por 300 metros. Los acusados se saltaron el primero pese a las indicaciones de los agentes, que arrojaron a su paso una cadena de pinchos, llegando al segundo control y disparando hacia la cabeza de un guardia civil a una distancia de cinco metros. Pasados 500 metros tuvieron que abandonar el vehículo y se dieron a la fuga por un descampado.

Finalmente, en la madrugada del 24 de agosto regresaban de su ilícita actividad, dándose la circunstancia de que habían sido seguidos por efectivos de la Policía, estableciéndose un punto de control en la A-381 Jerez-Los Barrios. Una vez allí se produjo un tiroteo en el transcurso del cual Cristóbal F.A. recibió un disparo que le ocasionó la muerte, siendo detenidos el resto de integrantes de la banda.