77 testigos y peritos desfilan ante Camps y Costa en las casi siete semanas de duración del juicio

El juicio junta en una misma sala a Camps, Costa, José Tomás y los presuntos cabecillas de la trama
Costa Y Camps En El Juicio
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EUROPA PRESS
Costa Y Camps En El Juicio

Un total de 77 personas —entre testigos y peritos— han desfilado ante el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y el ex secretario general del PPCV y diputado en las Corts, Ricardo Costa, en las casi siete semanas de duración del juicio contra ellos por un delito de cohecho pasivo impropio dentro de la conocida como 'causa de los trajes' en el 'caso Gürtel'. Inicialmente, estaba previsto que prestaran declaración en calidad de testigos un total de 90 personas, pero finalmente las partes renunciaron a 13.

Tras cerca de dos años y medio de instrucción, llegó el día del juicio. El 12 de diciembre comenzó la selección del jurado en una jornada maratoriana que desató ya el cansancio de los acusados y de las partes. Este primer trámite, que en casos normales suele prolongarse unas dos horas, se alargó hasta 10. El jurado ya podía hacerse una idea de lo que le venía encima. No obstante, aún le queda la parte principal: el veredicto, para lo que recibirán este lunes el cuestionario sobre hechos probados al que debe responder para concluir sobre si los acusados son o no culpables.

El martes, día 13, llegó el momento de la fotografía de Camps y Costa sentados en el banquillo de los acusados —aunque en este caso se decidió que fueran dos butacas ubicadas frente al magistrado presidente y próximas a sus letrados—. Los dos afrontaron el juicio de diferente manera: mientras Camps no ha cesado en hacer comentarios, gestos y escribir notas para su abogado, Costa ha estado mucho más relajado y se ha dedicado a tomar alguna nota, a leer el periódico y a beber mucha agua.

En la sala, los acusados —quienes han negado en todo momento haber recibido regalos de la trama— han visto desfilar a los presuntos cabecillas de la trama Gürtel, entre ellos, Álvaro Pérez, 'El Bigotes', a quien Camps describió en una conversación telefónica intervenida por la Policía como 'amiguito del alma'. Éste no quiso declarar en el juicio, tan solo ratificó que no se habían hecho regalos a los acusados. Este testigo no pudo evitar mostrar una sonrisa cuando se reprodujo en la sala una grabación en la que éste decía que casi le roban el móvil.

Junto a 'El Bigotes' también llegó el turno de Francisco Correa, considerado responsable de todas las empresas de la trama, quien se acogió a su derecho a no declarar por estar imputado en el grueso de Gürtel que se instruye en Madrid. Entre éste y los acusados no hubo ninguna mirada, mientras que Pablo Crespo, el 'número dos', solamente quiso declarar para negar el regalo de los trajes.

El juicio ha contado asimismo con uno de los testigos más esperados y que hizo que la sala volviera a llenarse casi como el primer día: la de José Tomás, quien en su declaración se definió como 'director de moda' y no como 'sastre'. A Tomás le tocó afrontar la declaración más larga, con unas nueve horas, y tuvo que hacer frente a la postura más firme y fuerte del abogado de Camps, Javier Boix. Se mantuvo en que Camps y Costa no pagaban sus prendas.

Testigos confrontados

A lo largo de la vista ha habido testigos confrontados. Entre los que han ofrecido una versión más favorable a los intereses de los acusados estaría el dueño de Forever, Eduardo Hinojosa, quien fue el único que dijo que no había ventas reales, y señaló que las hacía el sastre "como regalo" a Pérez y a Crespo "para que se desgravaran". También señaló que de Camps y Costa "nunca" encontró un ticket en la tienda.

A favor de los acusados también se pronunciaron decenas de ex altos cargos y funcionarios de la Generalitat, algunos de ellos imputados en la causa de presunta financiación irregular del PPCV, quienes coincidieron en señalar que se dieron adjudicaciones a Orange Market "al igual que a otras muchas empresas", y dijeron que no había diferencias entre unos contratos y otros.

Y compareció ante el tribunal el sastre de toda la vida de Costa, quien apoyó a su cliente y dijo que las medidas que constaban en hojas de encargo de Milano y Forever Young no correspondían a su Costa, puesto que eran una o dos tallas menos.

Asimismo, los peritos, aunque no fueron del todo concluyentes, ofrecieron versiones más favorables hacia los acusados, puesto que aseguraron que no podían ofrecer "conclusiones inequívocas" en sus informes para correlacionar encargos, confirmación de confección y tickets de venta por deficiencias y falta de documentación facilitada por los establecimientos Milano y Forever.

Lado opuesto

En el lado opuesto, con versiones desfavorables hacia los acusados, han declarado otros tantos testigos y peritos. El primero de ellos fue el administrador concursal de Sastgor, empresa que confeccionaba trajes para distintas firmas, quien confirmó que tenían hojas de pedido a nombre de ambos. De esta misma entidad prestó declaración el administrador, Francisco Gorina, quien confirmó la confección de cinco trajes en cuya etiqueta constaba el nombre de 'Francisco Camps' y que fueron facturados a Forever Young, y de otros siete y dos americanas facturadas a Milano. Y también se refirió a Costa, de quien dijo que le constaba la elaboración de un traje y de seis pantalones facturados a Forever.

Los trabajadores de Milano y de Forever, quienes estaban día a día en la tienda junto a Tomás, también fueron muy contundentes. Así, uno de los encargados de Milano, Víctor Sanfelipe, afirmó que 'El Bigotes' tenía una cuenta abierta con trajes para Camps y Costa que pagaba Pablo Crespo —otro de los presuntos cabecillas de la trama—, y dijo que Camps devolvió cuatro trajes.

De Forever, uno de los testimonios más llamativos fue el de una cajera, María Calero, quien reprodujo ante el tribunal, entre sonrisas y de forma irónica, el único encuentro que recordaba con Francisco Camps. Según comentó, cuando éste adquirió un traje y unos zapatos, se dirigió a ella y pese a que pensaba que le iba a pedir el ticket como resguardo, simplemente le saludó, le dio la mano y se fue. "Yo no sabía quién era en ese momento", señaló la testigo, así que preguntó quién le había saludado.

Otra de las declaraciones que más ha dado que hablar —también por las mismas partes del proceso— vino de la mano de la contable de Forever, Raquel Vázquez, quien llegó a asegurar ante el tribunal que un 'hacker' se había introducido en su ordenador de la empresa y envió diversos correos al informático en los que pedía que se modificaran tickets que había a nombre de Camps para poner el de Álvaro Pérez. Frente a su versión, el informático, que declaró al día siguiente, señaló que él no tenía constancia de ningún virus, y aseguró que alteró la base de datos del programa del ordenador para poner 'Alv Pérez' en lugar de 'Camps' en tres recibos de venta.

Los agentes de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) también fueron muy tajantes en sus declaraciones y ratificaron que tres empresas del grupo pagaron prendas a nombre de Camps y Costa. Lo tuvieron que repetir varias veces ante la insistencia al respecto del abogado de Camps, Javier Boix. CONVERSACIONES

A lo largo del juicio, el jurado ha podido escuchar diferentes grabaciones de Camps, Costa y miembros de la trama. Una de ellas es la del 'amiguito del alma', que es como se refirió el exjefe del Consell a 'El Bigotes'. El exsecretario general del PPCV también tuvo que oír algunas más: una en la que Correa le augura que será el futuro presidente del Gobierno, y otras dos sobre la compra de un Iphone y un reloj. Asimismo, se han escuchado otras grabaciones en las que Camps y su mujer agradecían a Álvaro Pérez algunos "detallitos" sobre los que ella decía que no se los iba a quedar.

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