La jerarquía de la Iglesia católica de Colombia recibió este viernes un relicario de plata con gotas de sangre del beato Juan Pablo II, que será expuesto en Bogotá y otra ciudad del país durante los próximos tres días.

La pieza llegó a Bogotá en un vuelo comercial de madrugada y el lunes estará de regreso a Roma, su lugar de origen. Tras pasar los controles aduaneros, la reliquia fue llevada a una pequeña capilla del aeropuerto Eldorado, de Bogotá, en donde fue expuesta.

Encabezaron el acto el nuncio apostólico, monseñor Aldo Cavalli; el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Juan Vicente Córdoba, y monseñor Slawomir Oder, postulador de la causa de la canonización del Pontífice.

Al llegar al país, monseñor Oder expresó su "gozo" y "gratitud" por estar en Colombia, cuyo gobierno "ha reconocido la dignidad de las víctimas con una ley aprobada el año pasado, y con el recuerdo aún vivo de la beatificación del Papa". El prelado recordó que Juan Pablo II estuvo en Colombia y que Bogotá fue la primera ciudad en la que estuvo "en su trigésimo viaje apostólico fuera de Italia", en julio de 1986.

Por su lado, Diana Sofía Giraldo de Melo, directora general de la Fundación Víctimas Visibles y presidenta del Comité para la Peregrinación de la Reliquia, la visita tiene como objetivo "unir la sangre derramada en nuestro país, a la del beato Juan Pablo como ofrenda de reparación espiritual por las víctimas de la violencia", según dijo a radios locales.

Las reliquias de Juan Pablo II reposarán este viernes en la Catedral Primada de Bogotá, en donde se celebran varios actos, entre ellos una eucaristía presidida por monseñor Cavalli. Según la organización de los actos, las reliquias del beato serán llevadas, el sábado, a otra iglesia en Bogotá y, el domingo llegarán a Cartago, en el departamento del Cauca, suroeste del país.

En su visita a Colombia, Juan Pablo II estuvo en varias ciudades y celebró eucaristías a las que concurrieron multitudes, pues no en vano, la mayoría de los 40 millones de habitantes del país se declaran católicos.

El "Papa viajero" falleció en 2005 después de 27 años en el pontificado. En mayo de 2011, el papa Benedicto XVI lo declaró beato, mientras se cumplen los tiempos y procesos para su santificación. La gira del relicario por Colombia no forma parte del proceso de santificación, sino que cumple una peregrinación.