El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha afirmado que el Ayuntamiento está trabajando "desde el primer momento, pero sin precipitarse" en la decisión sobre el desarrollo de la Torre Pelli y ha anunciado que se reunirá este lunes con el presidente de Cajasol-Banca Cívica, promotora del rascacielos de la isla de la Cartuja a través de la sociedad Puerto Triana, para intentar consensuar una solución que una todos los intereses, de seguridad jurídica y se priorice el interés de la ciudad. "No vamos a consentir que se pierda la declaración de Patrimonio de la Humanidad como principio básico a salvaguardar, pero vamos a buscar el consenso", añade.

A preguntas de los periodistas, Zoido ha insistido en que se está trabajando "desde el primer momento" en que se ha recibido el informe de la Unesco para que se pueda adaptar a la legalidad vigente. "No vamos a precipitarnos, aunque tampoco podemos permanecer impasibles porque la Unesco también espera una respuesta", insiste, tras advertir de la necesidad de conjugar la seguridad jurídica para "trasladar confianza".

Así, indica que el Consistorio será "sensato y prudente" a la hora de alcanzar un acuerdo, pero se muestra convencido con que "los primeros que van a defender la legalidad de la obra y no poner en riesgo la declaración será la promotora de la obra". "Lo primero que he hecho es ponerme en contacto con Pulido y el lunes nos pondremos en contacto para reunirnos y tomar una decisión, no salomónica, pero sí abrir una vía de diálogo para darle una solución a un tema tan delicado y problemático", sentencia.

En este sentido, ha asegurado que el Ayuntamiento pondrá su "mejor voluntad" para alcanzar un acuerdo y que Sevilla conserve sus valores como Patrimonio de la Humanidad, uniendo los intereses de todos y primando el general de la ciudad. Así, se muestra convencido en que se alcanzará un acuerdo y que la Junta de Andalucía y el Gobierno de la Nación también "echarán una mano" para salvaguardar los intereses.

"La obra tiene muchas maneras y formas de continuarse en todo aquello que no afecte directamente al riesgo que se puede correr si siguen las obras", insiste Zoido, que apuesta porque las obras continúen con sus puestos de trabajo creados. Por último, recuerda que la Unesco no ha entrado en detalles por el momento sobre la altura que permitiría.