Acusados de violar a una menor en un cumpleaños afirman que las relaciones fueron consentidas

La denunciante dice que su vida ha cambiado "al cien por cien" desde lo ocurrido, que le ha llevado a no "fiarse" de nadie
Acusados De Violar A Menor De Edad En Íllora
Acusados De Violar A Menor De Edad En Íllora
EUROPA PRESS
Acusados De Violar A Menor De Edad En Íllora

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este martes el juicio contra dos jóvenes acusados de violar a una menor de edad durante una fiesta de cumpleaños en un cortijo de Íllora (Granada) y contra un tercero al que se le atribuye la omisión del deber de socorro. Durante la primera sesión de la vista, que se prolongará hasta este miércoles, los dos principales procesados han negado la agresión sexual y han asegurado que las relaciones fueron en todo momento consentidas.

La Fiscalía atribuye a los dos primeros un posible delito de violación y una falta de lesiones, por los que solicita 13 años de prisión y multa de 720 euros a cada uno, mientras que la acusación particular, que ejerce la familia de la joven, eleva su petición a los 15 años de cárcel y establece la multa en 600 euros. Sólo esta última parte acusa al tercer joven de un delito de omisión del deber de socorro, por el que le pide 4.800 euros de multa.

El primero de los imputados, de iniciales F.M.M., ha explicado que aquel día, en la madrugada del 28 de marzo de 2008, estaba celebrando en el cortijo el cumpleaños de uno de sus amigos con otros diez, para lo que todos habían comprado mucho alcohol —cerveza, vino, whisky y ron—.

Él supo que alguien había llamado a la chica, con quien anteriormente ya había tenido relaciones sexuales, pero sólo la vio cuando esta entró en la habitación en la que él estaba descansando porque se encontraba "muy borracho". La joven, según su testimonio, le animó a que la acompañara en una cama de matrimonio del mismo cuarto. Fue allí cuando ambos empezaron a "jugar" y a besarse y tocarse.

Sin embargo, de pronto entró en la habitación otro de los acusados, F.J.F., quien se sentó en la cama y se sumó a los supuestos juegos sexuales. F.M.M. se marchó de la cama y dejó a los dos en ella, por lo que ha dicho desconocer si ambos mantuvieron o no relaciones sexuales. Él, según ha declarado, no llegó a penetrarla vaginalmente porque ha reconocido sufrir problemas de eyaculación precoz.

F.J.F. ha dicho que sí mantuvo relaciones sexuales con la chica en ese momento, pero que fueron siempre "consentidas". "Ella sí quería, yo no la obligué", ha mantenido el procesado, que ha apuntado además que, pese a que la adolescente le pidió tras las relaciones que la llevara a su casa, él se negó porque había bebido mucho, aproximadamente litro y medio de alcohol.

Entonces, según el acusado, ella les dijo a todos los amigos: "Os vais a acordar todos si no me bajáis". Tanto F.J.F. como F.M.M. han afirmado que la menor ya había mantenido relaciones sexuales con muchos de su grupo de amigos y que había llegado a mantenerlas con más de dos de ellos.

El tercero de los inculpados ha negado que rechazara prestar ayuda a la joven, puesto que no tuvo conocimiento de que estaba pasándolo mal. De hecho, no escuchó en ningún momento gritos ni peticiones de auxilio.

Testimonio de la joven

La denunciante, que entonces tenía 17 años, ha mantenido sin embargo su acusación y ha relatado que aquella noche accedió a ir a la fiesta para "divertirse" y porque le "gustaba" uno de los jóvenes —otro distinto a sus presuntos agresores— con el que además aquella noche había mantenido relaciones sexuales.

Mientras esperaba a éste en el dormitorio, donde ella creía que sólo se encontraba uno de sus amigos en estado de embriaguez, se le acercó F.M.M. y comenzó a "meterle mano", a lo que ella se negaba. Al conseguir zafarse de él y salir del dormitorio se percató de que el acusado le había quitado un zapato y decidió entrar a por él con la compañía de su otro amigo F.J.F. En lugar de conseguirlo, F.J.F., según ha declarado, cerró la puerta tras ella y la llevó hacia la cama de matrimonio, donde se encontraba el otro.

La cogieron de las manos y de las piernas fuertemente pese a que ella lloraba "todo el tiempo" y opuso resistencia, "dando cabezazos, patadas y arañazos adonde pillara", y, aunque intentó pedir ayuda y le dijo al tercer inculpado cuando entró de pronto que se los "quitara de encima", no consiguió ser socorrida y fue primero penetrada vaginalmente por uno y después por otro contra su voluntad.

La violación, que quiso olvidar inicialmente y no denunciar —lo hizo dos días más tarde al contarle a sus padres lo ocurrido— le ha llevado, según ha mantenido, a cambiar su vida "al cien por cien". "Yo estaba entonces estudiando Segundo de Bachiller y lo dejé. No soy capaz de ir sola a ningún sitio y apenas tengo amigos porque no me fío de nadie. He tenido que sufrir que en el pueblo la gente me tratara como la mala de esta historia y me he tenido que mudar", ha señalado.

Las sesiones del juicio continuarán este miércoles con las declaraciones del resto de testigos citados, entre ellos todos los amigos que acudieron a la fiesta de cumpleaños, y los peritos, como la psicóloga que ha tratado a la víctima desde lo ocurrido.

Escrito de acusación de la fiscalía

Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que tuvo acceso Europa Press, los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del 28 de marzo de 2008, cuando la joven, de 17 años, recibió una llamada de uno de los acusados, F.J.F., invitándole a la fiesta.

Una vez allí, la chica entabló conversación con un amigo en una habitación donde se encontraba el otro procesado, F.M.M.. Cuando ambos se quedaron a solas, éste comenzó a insinuarse, sentándose en la cama en la que ella se encontraba e intentando tocarla mientras ella le pedía que no lo hiciera.

La chica se vio obligada a abandonar la habitación, en la que dejó uno de sus zapatos "que se le había caído". Al entrar nuevamente —allí permanecía F.M.M.— para recogerlo, pasó detrás el otro procesado, que se interpuso entre ella y la puerta del dormitorio y le hizo tocamientos en los senos.

En ese momento se inició un forcejeo que terminó con la menor y los dos acusados tumbados en la cama del cuarto, donde "con ánimo libinidoso" ambos le hicieron tocamientos, cogiéndole uno por las muñecas mientras el otro la sujetaba por los pies al tiempo que ella les pedía que la dejasen, que "no quería nada con ellos".

F.M.M. acabó por bajar los pantalones a la joven y la penetró vaginalmente a pesar de su oposición y sus esfuerzos por librarse de sus "agresores". Cuando él acabó, el otro acusado también procedió a penetrarla asegurándole que "si estaba quieta le soltaría las manos y la llevaría a su casa".

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