Una subordinada de Martorell afirma que él le indicó que ABN debía ser subvencionada con la máxima cantidad

Un sobrino de Alemany admite que actuó como su 'testaferro' al frente de ABN y Libertad Balear
Jaume Matas En El Juicio Del Caso Palma Arena
Jaume Matas En El Juicio Del Caso Palma Arena
EUROPA PRESS
Jaume Matas En El Juicio Del Caso Palma Arena

La exjefa de Sección de la Dirección General de Comunicación, Francisca Gomila, ha manifestado que fue su superior al frente de este departamento, Joan Martorell -acusado en el primer juicio que se celebra del caso Palma Arena-, quien le indicó que la Agencia Balear de Noticias (ABN), propiedad del periodista Antonio Alemany, debía ser subvencionada con la máxima aportación económica posible, si bien ha apuntado que él siempre le decía "cuáles eran los proyectos de mayor interés a los que había que subvencionar".

Así lo ha señalado en calidad de testigo durante la vista oral que tiene lugar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, y en la que el expresidente del Govern Jaume Matas también se sienta en el banquillo. Tal y como ha explicado, Martorell valoraba inicialmente las peticiones de subvención realizadas por cada medio de comunicación para después indicarle cuáles eran los que debían recibir una mayor cantidad, al tiempo que "también fijaba las cuantías".

De esta forma sucedió con ABN, que percibió una subvención de 449.734 euros que, según postula la Fiscalía, fue destinada, además de a impulsar esta agencia de noticias, a amparar la creación de un periódico digital -Libertad Balear-, afín a la acción política del PP. "Lo que se oculta bajo la subvención no es más que utilizar fondos públicos para un fin puramente particular, la creación y desarrollo de una actividad mercantil que beneficie económicamente a Alemany a la vez que suponga a Matas contar con un medio periodístico para su ensalzamiento personal", apunta el Ministerio Público.

En su comparecencia, Gomila ha señalado que se encargaba de elaborar los informes con las puntuaciones que le correspondía a cada medio para ser subvencionado, y para ello "cuadraba las puntuaciones en base a lo que Martorell me había dicho". Tal y como ha apuntado, identificaba a ABN con Alemany, quien en alguna ocasión le veía con documentación en su departamento, aunque ha aseverado que el tratamiento para esta empresa "era el mismo que para las demás".

Por su parte, la jefa de servicio de Relaciones Informativas, Margarita Laportilla, ha explicado que era ella quien firmaba los borradores que le pasaba Gomila sobre las valoraciones, para posteriormente rubricar el informe el propio Martorell. "Revisaba la documentación para ver si se ajustaba a las bases de la convocatoria, y nadie me decía cómo tenía que hacerlo", ha asegurado.

Durante esta jornada también ha prestado declaración uno de los sobrinos del articulista, Miquel Oliver, quien ha admitido haber actuado como 'testaferro' de su tío tanto en ABN como en Libbal Comunicación -editora de Libertad Digital-. El testigo ha recordado que Alemany le colocó como administrador formal de ambas mercantiles puesto que el periodista "no quería figurar", a pesar de que en el momento de la constitución "otorgué poder especial a mi tío" para poder ejercer las facultades propias de un administrador.

De hecho, Oliver ha asegurado que al frente de las dos sociedades nunca tomó decisión alguna sino que estaban dirigidas "de hecho por Alemany". "Aunque firmaba contratos, algunos de ellos en casa, nunca he hecho ningún trabajo para ABN", ha incidido.

Tal y como ha recalcado, de vez en cuando iba a las dependencias de ABN "para hablar de temas personales con mi tío", quien le comunicó que como administrador formal "tenía derecho a un sueldo, tras lo cual firmé la factura porque en ese momento me venía bien el dinero". Oliver ha recordado que en esa época "tenía plena confianza con él" y había entre ellos "mucho trato familiar", a pesar de que posteriormente se produjeron desavenencias en detrimento de la relación que mantenían.

En relación a ambas sociedades ha sido también interrogada la socia fundadora de ambas, Carmen Cordón, quien ha recordado que era Alemany quien tomaba las decisiones y "nos pedía que le pasáramos facturas de ABN y Libertad Balear". "Hacía las facturas como nos pedía, al principio a las dos empresas y después sólo a ABN. Hacíamos lo que él nos pedía", ha manifestado para justificar el hecho de que la facturación fuese realizada únicamente contra la agencia de noticias.

En el instante en el que la presidenta del tribunal, Margarita Beltrán, le ha advertido de que podía estar incurriendo en un delito de falso testimonio, la testigo ha asegurado "no mentir" y ha incidido en que fue al final del proyecto, que estaba "languideciendo", cuando "por motivos que desconozco" se empezó a facturar sólo a través de ABN, a pesar de que se incluían en los pagos servicios prestados para Libertad Balear.

Acto seguido les ha tocado el turno a varios de los profesionales que trabajaron en la agencia y en el periódico digital. Varios de ellos han coincidido en resaltar que trabajaban, cobrando mediante una sola factura, para ambos medios de comunicación y que desde la dirección les indicaban que las noticias que redactaban para ABN debían también colgarlas en Libertad Balear.

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