'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón

Carla Simón advierte a la juventud desinformada sobre qué hacer en caso de contagio de VIH con 'Después también', un dramático corto que podrá verse en el Festival de Cinema D'Aut
'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón
'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón
'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón

Carla Simón perdió a sus padres a los seis años. El sida se los llevó. Aquel desolador primer verano sin ellos quedó retratado para la posteridad en el pequeño gran fenómeno que fue Verano 1993, película multipremiada, donde la enfermedad queda fuera de plano porque “no me enteré de qué murieron mis padres hasta que cumplí 12 años”, recuerda la cineasta catalana. Antes, durante sus años de estudiante de cine en Londres, ya había dirigido Born Positive, documental que evidenciaba el estigma que implica el sida con el testimonio de tres londinenses, que nacieron con el síndrome, a los que ponían cara tres jóvenes actores profesionales. El corto Las pequeñas cosas (2015) también trataba el tema de la estigmatización a través de la historia de una mujer nacida demasiado pequeña, mientras que el corto Lacuna es un homenaje a su desaparecida madre. Así, Después también, que le fue encargado por CESIDA (la Coordinadora Estatal de Sida) y el laboratorio farmacéutico Janssen, era una oferta que no podía rechazar. El corto, que se presentó en el marco del Día internacional del sida, ahonda en el tema de la estigmatización que rodea la enfermedad, y ofrece una puerta de salida: “Hacer lo correcto”.

'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón

Después también cuenta la historia de un chaval, al que da vida Berner Maynés (“en la vida real es diseñador, nunca había actuado ante la cámara, pero le dieron un premio en Málaga”), que tiene algo del Joe Dallesandro de Flesh (pensamos en la portada de 'The Smiths'). Él baila feliz con su  novia un tema de La Casa Azul en un bar del pueblo, hasta que aparece un chico, de rasgos angustiados, que le busca, se le acerca, y le susurra algo al oído. Toda su vida se va al traste en un santiamén. Aunque el tratamiento de la enfermedad ha evolucionado mucho desde los 90, y ya no es mortal si se toman las medidas adecuadas, contagiarse es algo que hay que evitar a toda costa. Parece obvio. Pero la juventud no lo sabe. Carla Simón abunda en todo esto: “Se ha evolucionado mucho a nivel científico en la lucha contra la enfermedad, pero a nivel social y psicológico se ha evolucionado cero. Sigue siendo un tabú, y sigue habiendo mucho miedo a hablar del tema. Coincide además con un momento de mucha libertad sexual de la juventud, cosa que está muy bien. Pero que también pasa por no tomar precauciones. Ahora hay que explicar que no te mueres con la enfermedad, pero que tampoco mola nada contagiarse. Esos eran los mensajes que había que meter en el guion, y no fue tarea fácil”.

'Después también': La lucha contra el sida de Carla Simón

“Durante el casting”, continúa, “les preguntábamos a los jóvenes, y no tenían ni idea del tema. Y eso que ahora mismo hay un brote brutal: se contagian 10 personas al día en España”. Estremecedor. “Después de Verano 1993, me propusieron varios proyectos, dirigir guiones escritos de otros, pero no me apetecía. En cambio, cuando surgió Después también, descubrí que quería explorar cómo estaba el tema hoy en día, y además me obligaba a algo a lo que no estaba acostumbrada: colocarme en el lugar del espectador”. Simón, que da clases de cine a las nuevas generaciones en el marco del programa Cine en curso,asume sin tapujos la voluntad didáctica de Después también, pieza que se inscribe con naturalidad en su obra, no sólo por la temática, sino también por el ambiente rural, y la presencia de Laia Artigasy Paula Robles,las dos niñas de Verano 1993, que aquí dan vida a las hermanas pequeñas del protagonista. “me apetecía mucho volver a rodar con ellas, dos años después. Y quería mostrar que el protagonista vive en un ambiente familiar con cierto peso, y que al mismo tiempo no es una familia convencional, porque son mucho más pequeñas que él, sino más como las de ahora”.

Después de Después también: Alcarrás

Después también era la última oportunidad para Simón de trabajar con Laia y Paula, porque Alcarrás, su próxima gran película, se rodará en Lleida, y ella no es de “forzar los acentos” (el acento lleidetà es muy fuerte y reconocible). Alcarrás, que volverá a producir María Zamora (Avalon PC), consolidando un tándem extraordinario, no se empezará a rodar hasta verano 2020, porque es la película más ambiciosa de Simón: “Me gusta la idea de salir de mi zona de confort, aceptar el reto de enfrentarme a una narrativa más compleja de historias cruzadas. Aunque vuelve a ser una historia inspirada en mi familia. La de mi madre adoptiva es de Lleida, cultivan albaricoques, y es un mundo que conozco muy bien, porque voy ahí todos los veranos. Pero también es un mundo que está desapareciendo. No hay relevo generacional, y cada vez es más duro vivir de esto. A partir de ahí, he imaginado una gran saga familiar de payeses. A lo largo de tres generaciones han ido cultivando albaricoques en una tierra que no es la suya, cedida verbalmente por el propietario desde la Guerra Civil. Cuando este muere, las tierras pasan a manos de su hijo, que quiere utilizar las tierras para instalar placas solares. La película, que será muy coral, con muchos personajes, explica la última cosecha, el último verano de esta familia de albaricoqueros, que nunca se había cuestionado su futuro y que ahora se enfrenta a la incertidumbre. Unos quieren seguir con la agricultura, y otros quieren dejarlo. Al final es una reflexión sobre cómo la agricultura en este siglo es cada vez menos sostenible, y está condenada a desaparecer”.

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