Cuatro años para tres acusados por arrojar lejía a los ojos al empleado de un bar donde entraron a robar

La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un total de cuatro años de cárcel a dos mujeres y un hombre que entraron a robar en el almacén de un bar de Laredo, y uno de ellos -el varón- arrojó lejía a los ojos al empleado del establecimiento, provocándole un traumatismo caustico en el ojo derecho. Aprovechando esta situación, cogieron tres cajas de botellas y las sacaron a la entrada del almacén, pero no pudieron finalmente llevárselas al aparecer varias personas en la calle.

La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un total de cuatro años de cárcel a dos mujeres y un hombre que entraron a robar en el almacén de un bar de Laredo, y uno de ellos -el varón- arrojó lejía a los ojos al empleado del establecimiento, provocándole un traumatismo caustico en el ojo derecho. Aprovechando esta situación, cogieron tres cajas de botellas y las sacaron a la entrada del almacén, pero no pudieron finalmente llevárselas al aparecer varias personas en la calle.

La Audiencia rechaza el recurso de apelación de los tres acusados y confirma la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2 de Santander, que les condenó como autores de un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, a 14 de meses de prisión a dos de ellos, y a 22 meses a una de las dos mujeres por ser reincidente.

El hombre, que fue quien arrojó la lejía al empleado, es condenado además por una falta de lesiones a una multa de 270 euros, así como a indemnizar a la víctima con 280 euros por los ocho días que tardó en curar de las lesiones, y 111 euros al Servicio Cántabro de Salud por la asistencia sanitaria prestada.

En su sentencia, la Audiencia pone en evidencia las contradicciones que los acusados han mantenido entre sí acerca de su situación en el día y hora de los hechos, no ofreciendo una versión coherente y unívoca de donde y con quien se hallaban a esa hora.

Por el contrario, afirma que basta ver la gravedad de la agresión sufrida con una sustancia tan peligrosa como la lejía y la zona corporal donde sufrió el ataque -la cara-, para entender que "no cabe considerar que se trató de una invención" del empleado del bar por "móviles de animadversación" hacia uno de los acusados.

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