El Govern balear de Jaume Matas subvencionó en 2006 con 450.000 euros la fundación, por parte del periodista que le escribía los discursos, de una agencia de noticias que, según han testificado varios de sus periodistas, sirvió para financiar un periódico digital que también dirigía.

Así se desprende de las declaraciones que han hecho este lunes en el juicio contra Matas, el periodista Antonio Alemany y otros cuatro acusados, varios testigos que trabajaron para la Agencia Balear de Noticias (ABN).

La quinta jornada de juicio, en el que Matas se enfrenta a una petición fiscal de 8 años y medio de cárcel, se ha centrado en la subvención dada a esta agencia, que estaba controlada mediante un testaferro por Alemany y que, según ha declarado una empleada del Govern, el entonces director general de Comunicación y jefe de prensa de Matas, Joan Martorell -también acusado-, mandó beneficiar en la subvención.

Las declaraciones han comenzado con la jefa de servicio de la Dirección General de Comunicación, Margalida de la Portilla, quien ha afirmado que no recibió indicaciones de subvencionar a nadie, mientras que otra de las funcionarias de este departamento, Francisca Gomila, ha afirmado que su superior, Joan Martorell, le indicó que beneficiara a Alemany a la hora de conceder la ayuda.

Gomila, exjefa de sección, ha reconocido en tres ocasiones que Martorell le indicó que concediera una buena puntuación a este proyecto. "¿El señor Martorell le indicaba qué proyectos eran más interesantes, a cuál subvencionar y la cuantía, y usted luego cuadraba las valoraciones?", le ha preguntado el fiscal Pedro Horrach, a lo que ha contestado que efectivamente era así y que en el caso de la subvención ocurrió de esta forma.

Ha reconocido que "había cierta discrecionalidad" en las subvenciones en materia de comunicación y ha apuntado que Matas despachaba con Martorell todas las ayudas relativas a este campo.

Después de las funcionarias ha declarado el sobrino de Alemany, Miquel Oliver, quien ha reconocido que figuró de administrador en ABN y también en la sociedad editora del periódico digital Libertad Balear como "favor" a su tío, pero que nunca trabajó en ninguna de las dos empresas ni tomó decisión alguna sobre ellas.

Ha dicho que Alemany se lo pidió porque "no quería figurar" en ellas, ya que, según sostiene la Fiscalía, esto era incompatible con recibir dinero del Govern (de forma supuestamente encubierta) por redactar los discursos de Matas. La Fiscalía sospecha que el dinero de la subvención pública concedida a ABN sirvió para financiar el periódico digital, algo que han ratificado este lunes cuatro periodistas contratados en su día por Alemany.

Aunque les pagaba oficialmente ABN, todos ellos han reconocido en su declaración que trabajaban tanto para la agencia como para el periódico: "Tenía un único contrato, con la Agencia Balear (...), pero trabajaba para ambos", ha dicho una de las testigos, quien ha explicado que el 95% de las noticias que elaboraba para la agencia las colgaba luego en el diario digital.

Para la testigo, ABN y Libertad Balear eran "una sola" empresa y trabajaba indistintamente para ambas, algo que también han declarado otros dos periodistas. Alemany sostuvo durante su interrogatorio como acusado que los periodistas colgaban voluntariamente las noticias en la web, un extremo que ha secundado este lunes la que era subdirectora de ABN y, simultáneamente, directora de Libertad Balear, Carmen Cordón.

"Todos escribían noticias para ABN y algunos a los que les gustaba verlas publicadas las metían en Libertad Balear", ha afirmado, y luego ha reconocido que ella misma acabó cobrando solo de ABN cuando prestaba servicios para los dos medios de comunicación. El juicio continuará este martes a las 10.00 horas con la declaración de once testigos más.