UGT y la CIG han considerado que el dato del Índice de Precios al Consumo (IPC), que cerró el año en Galicia en un 2,5%, consolida la "pérdida de poder adquisitivo" de los trabajadores, pues muchos de ellos tienen los convenios congelados, algo que impedirá que se recupere el consumo y provocará más desempleo, han augurado.

Así, UGT ha considerado que esta subida de precios afectará tanto a trabajadores del sector público como del privado y ha advertido de que, unida a las medidas de ajuste que está adoptando el Gobierno central, "dificultará aún más la recuperación del consumo y de la inversión y, por lo tanto, la mejora de la economía y del empleo".

Para la central sindical el nivel de los precios "continúa siendo elevado", especialmente si se tiene en cuenta "la gran distancia" que separa el IPC estructural del subyacente. "La combinación de estos dos índices muestra una economía estancada, con una demanda interna paralizada, que se ve afectada por cualquier movimiento que se produce en los precios de los productos energéticos", ha analizado.

La recuperación de la demanda interna, ha subrayado UGT, pasa por "la necesidad de cumplir el acuerdo de desbloqueo de convenios" para "salir de la espiral de estancamiento y precios elevados".

Por su parte, la CIG ha tachado de "inadmisible" que los incrementos de salarios sean nulos o lleguen "como mucho al 2%" cuando el IPC cierra el año en el 2,5%. "Es un palo más a la clase trabajadora", ha dicho el sindicalista Antonio López, que ha considerado que esta situación contribuye a aumentar las diferencias sociales.

Ha advertido de que si el IPC sube por encima de los salarios y de las pensiones hay una pérdida de poder adquisitivo que se traduce en menor consumo o en una preferencia por comprar productos baratos importados, lo que lleva a un deterioro del mercado laboral español.