La Junta destaca que se cierra 2011 con Andalucía como "la segunda comunidad menos inflacionista"

La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha destacado que la economía andaluza cierra el año 2011 "en el objetivo de estabilidad de precios establecido por el Banco Central Europeo, con una tasa de inflación del 2,1 por ciento interanual en diciembre, inferior a la media nacional (2,4 por ciento)", de forma que Andalucía "es la segunda comunidad menos inflacionista".

La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha destacado que la economía andaluza cierra el año 2011 "en el objetivo de estabilidad de precios establecido por el Banco Central Europeo, con una tasa de inflación del 2,1 por ciento interanual en diciembre, inferior a la media nacional (2,4 por ciento)", de forma que Andalucía "es la segunda comunidad menos inflacionista".

En una nota, la Junta indica que este diferencial favorable "es aún mayor con la Zona Euro, para la que Eurostat estima una tasa de inflación del 2,8 por ciento en diciembre de 2011, 0,7 puntos superior a la media andaluza, con las positivas implicaciones que tiene en términos de ganancias de competitividad-precio para Andalucía".

También en el componente más estructural del IPC, la inflación subyacente, que no considera los precios más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados), la economía andaluza presenta un diferencial favorable con su entorno, siendo del 1,3% interanual en diciembre en Andalucía, frente al 1,5% del conjunto de España.

La Junta indicó que durante el pasado mes se produjeron descensos en los apartados de vestido y calzado, por las ofertas previas al inicio del período de rebajas; transporte, debido a la caída de precios de carburantes y combustibles, y bebidas alcohólicas y tabaco, por el primero de su apartados. Por el contrario, registraron aumentos ocio y cultura, fundamentalmente por la subida estacional de los precios de los viajes organizados, alimentos y bebidas no alcohólicas, y hoteles, cafés y restaurantes.

En términos interanuales, el componente más inflacionista fue la vivienda, básicamente por la subida de la electricidad, gas y otros combustibles. Le siguen el transporte, "en un contexto en el que los precios de carburantes y combustibles crecieron un 9,6 por ciento interanual", y bebidas alcohólicas y tabaco, sobre todo el segundo apartado (5 por ciento).

Por el contrario, presentaron tasas negativas el componente de la medicina y comunicaciones y aumentos prácticamente nulos en ocio y cultura y vestido y calzado.

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