La Guardia Civil ha detenido en Huétor Tájar (Granada) a un hombre de 37 años, con numerosos antecedentes policiales y recién salido de la prisión granadina de Albolote, como presunto autor de un delitos de malos tratos en el ámbito familiar y de otro contra la salud pública por tráfico de droga.

El detenido agredió a su mujer, la echó de casa junto a sus dos hijas de cinco y seis años de edad respectivamente, y finalmente fue sorprendido en el domicilio familiar con más de doscientos gramos de marihuana y útiles para la venta de esta droga, según informa en un comunicado el Instituto Armado.

Los hechos que han motivado la detención de este hombre tuvieron lugar durante la noche del pasado sábado 7 de enero, cuando, sobre las 22,30 horas, una mujer llamó al teléfono de emergencias de la Guardia Civil, el 062, desde una cabina cercana a su domicilio solicitando el auxilio de una patrulla porque había sido agredida por su marido, quien además le había echado de su casa.

Una patrulla de la Guardia Civil de Huétor Tájar se dirigió inmediatamente al domicilio, donde esta mujer y sus dos hijas esperaban en la puerta de entrada la llegada de los agentes.

La víctima comentó que su pareja le había dado varias patadas, le había golpeado en la cara, le había arrancado un pendiente de la oreja y las había echado de casa a las tres.

La mujer invitó a los agentes a que entraran en el domicilio familiar. Una vez dentro, los guardias civiles comprobaron que la mujer tenía en la cara indicios claros de haber sido agredida y que su pareja antes de ser detenida, aun estando los agentes presentes, no dejaba de increparla y de dar voces.

Mientras esto ocurría la Guardia Civil vio encima de una mesa un bote de cristal que contenía cogollos de marihuana y la mujer confirmó a los agentes que la droga era de su marido y que la vendía a diez euros la dosis.

En un registro posterior, los agentes encontraron además una caja de cartón y un tarro de tabaco lleno de marihuana, diez bolsitas con marihuana dispuestas para la venta y setenta bolsitas más similares a las utilizadas para preparar las dosis, indicios claros de que dicha droga no era para consumo propio y sí para el tráfico de droga.

Trasladados todos hasta el acuartelamiento de Huétor Tájar, la víctima se negó a denunciar los malos tratos sufridos por temor a represalias posteriores, por lo que la Guardia Civil procedió de oficio. No obstante, sí que accedió a acudir al centro médico ya que manifestó a los agentes que había dejado de oír por el oído golpeado.

El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de guardia de Loja, cuyo titular ordenó su ingreso en prisión.