El personal de tierra y los tripulantes de cabina (TCP) de la compañía Iberia se han puesto de acuerdo para convocar a partir de febrero jornadas de huelga indefinida, aún sin fecha concreta, para exigir garantías laborales ante la creación inminente de la línea de bajo coste Iberia Express, según han confirmado fuentes sindicales a 20minutos.es.

Los paros podrían producirse los lunes y viernes a partir de febrero, según la propuesta que los sindicatos llevarán en los próximos días a dos reuniones para su votación: la del Comité Intercentros de Tierra del 17 de enero y la ordinaria del Comité de Vuelo de Iberia del próximo día 20. Antes habrá algunas asambleas. En total, son 20.000 trabajadores -unos 16.000 de tierra y unos 4.000 de vuelo- los que irían a la huelga.

El conflicto en ambos colectivos es "exactamente el mismo", según las fuentes consultadas. Había un pacto "extraconvenio" para garantizar el empleo de los trabajadores aunque se creara la línea de bajo coste, pero ahora el personal de tierra y cabina quiere que la empresa amplíe por escrito y formalmente esta garantía hasta 2015 porque, según los sindicatos, se teme que con Iberia Express haya despidos.

Tras la fusión de Iberia y British Airways (BA) a finales de 2009 -formaron el holding International Consolidated Airlines Group (IAG)-, la aerolínea española y los sindicatos CCOO y UGT firmaron el abril de 2010 el XIX convenio colectivo del personal de tierra, con vigencia desde el 1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre del 2012, en el que se pactó una garantía de empleo por la inminente creación de la nueva compañía de corto y medio radio.

Todos los empleados fijos iban a tener el trabajo garantizado. Pero el proyecto inicial de Iberia Express suponía la externalización de "17 aparatos", cifra que se ahora se ha doblado; en 2016, serán 40. Iberia ya dejó claro en su día que contratará el handling -el personal de tierra más afectado si hay despidos- de Iberia Express "a precios de mercado". Es decir, Iberia Express no estaría obligada a contratar a gente de la propia compañía madre.

Y ahora dice también que no piensa dar garantías de empleo sin obtener ninguna contrapartida: "Extender más garantías sin nada a cambio me parece absurdo", ha dicho del presidente de Iberia, Antonio Vázquez.

El pasado mes de diciembre el personal de vuelo (TCP) rechazó sumarse a la huelga que los pilotos realizaron entonces argumentando que cada colectivo debía negociar con la empresa por separado sus convenios. Los paros de febrero afectarán "a todos los aeropuertos donde opera Iberia", aunque el de Barajas, en Madrid, puede llevarse la peor parte.

Los sindicatos UGT y CC OO, mayoritarios en el personal de tierra, se han sumado, por tanto, con esta decisión a lo anunciado el miércoles por los tripulantes de cabina, representados también por ellos y por Stavla, Sitcpla y CTA Vuelo. Las votaciones de la semana que viene saldrán adelante en sentido positivo si no hay sorpresas -"no parece que vaya a ocurrir nada", según las fuentes-.

La presentación formal de la línea de bajo coste se realizará "en algunas semanas", según ha avanzado este jueves el consejero delegado de Iberia Rafael Sánchez-Lozano, y comenzará a operar en torno al 25 de marzo. Aseguran que ya han recibido unas 2.000 solicitudes de pilotos interesados en entrar en la compañía, que contratará unos 120 este mismo año.

Iberia opina que las protestas del personal de tierra y cabina no tienen que ver con Iberia Express. Los sindicatos, por su parte, creen que "si no tuvieran nada que ver" los dos asuntos, no habría problemas por parte de la compañía en ampliar las garantías.

Vázquez ha reclamado este jueves un cambio inmediato en la Ley de Huelga en España. "Es público y notorio que hace falta redefinir con carácter de extrema urgencia el marco general de relaciones laborales", argumentó Vázquez, quien instó a un "cambio radical" al respecto porque sino España estará "fuera de competitividad" respecto al resto del mundo.

En cuanto a los pilotos, el sindicato Sepla y la compañía se mostraron el miércoles dispuestos a negociar para evitar nuevas huelgas en el futuro, aunque ambos mantienen sus posturas enfrentadas, también por la creación de Iberia Express. Sobre el coste de la huelga de los dos días de este semana, que se ha sumado a los paros de diciembre,  Iberia no ha querido pronunciarse.

"Es un número especulativo sin ningún sentido", según el presidente Iberia. No obstante, según EFE, las cuatro jornadas de huelga han afectado a un total de 422 vuelos y a cerca de 55.000 clientes, aunque se han respetado los servicios mínimos sin que se registrase ningún tipo de problemas. El viernes se reunirá la sección sindical del Sepla-Iberia para tomar las decisiones pertinentes en función de la "actitud de la empresa".