En A Coruña hay más de 48.000 alérgicos, de los que unos 12.000 sufren ante la presencia del polen. Para ellos, el buen tiempo es su peor aliado, con lo que en las últimas semanas han tomado el relevo de otros alérgicos, los que se llevan mal con los ácaros del polvo.

Al contrario de lo que sucede en las zonas de interior, estos arácnidos microscópicos son el principal quebradero de cabeza de los coruñeses. Los que les tienen alergia fueron los primeros en llamar a la consulta del médico, sobre todo durante las semanas de primavera en las que llovió.

«Esta primavera fue relativamente húmeda, por lo que los alérgicos a los ácaros estuvieron bastante malos», explica Antonio Parra, médico adjunto de la Unidad de Alergología del complejo hospitalario Juan Canalejo. Este especialista explica que, pese a ser mayoría, este tipo de pacientes no es el que más va al médico. «No disparan las consultas porque sus síntomas son crónicos», señala.

Lo que sí provoca que aumente la asistencia al facultativo hasta el punto de duplicarla es el polen. El buen tiempo de los últimos días lo ha desarrollado, pero aún será peor. En estos momentos, la concentración ya es alta en muchas partes de Galicia, pero A Coruña se mantiene en niveles más bien moderados. «Ahora empieza a subir la concentración de pólenes», advierte Parra. La consecuencia: las crisis se harán notar estas semanas.

Una dolencia que aún irá a más

«La lista de alergias aumenta cada año». Lo dice el doctor Parra, quien reconoce que los alérgicos van a más y que cada vez «se detectan a edades mayores». Con todo, cree que «se sobredimensiona la situación, con cualquier molestia en la nariz se piensa en alergia».