El mago de la cinta de embalar

  • El ucraniano Mark Khaisman elabora dibujos capa sobre capa, con cinta traslúcida aplicada sobre plexiglas.
  • Emplea la cinta, de cinco centímetros de ancho, "como si fuera una brocha gorda".
  • "Me gusta la banalidad del material, su condición de usar y tirar".
'Chica con pendiente', una de las obras del artista
'Chica con pendiente', una de las obras del artista
Mark Khaisman
'Chica con pendiente', una de las obras del artista

El material humilde y funcional con que cerramos las cajas de una mudanza es la materia prima de Mark Khaisman (Kiev-Ucrania, 1958).

Escenas de cine clásico, retratos de rostros maduros, parejas de jóvenes chicas narcisistas, bustos romanos de mármol, muebles... "Mi arte en cinta de embalar es una conversación con la luz", explica con sencillez y misterio el artista.

La técnica no le pone demasiadas trabas, pero sí le exige amoldarse a ella: "Algunas veces pienso que un tema es bueno, pero la cinta tiene otra opinión y tengo que respetarla para que nuestra relación perdure".

Elabora los dibujos capa sobre capa, con cinta traslúcida de embalar aplicada sobre plexiglas y colocada frente a una caja de luz para dar a la imagen sombra y profundidad.

Se ven todos los errores

Khaisman, emplea la cinta de unos cinco centímetros de ancho "como si fuera una brocha gorda". Tan solo las capas y los pliegues le permiten acentuar los tonos, ayudado por la luz. "Los paneles funcionan mezclándose con el medio como en la fórmula de un alquimista. Trabajando con cinta, como con pintura, el accidente y el control están siempre presentes".

Le gusta "la banalidad y la condición de usar y tirar". El procedimiento es rápido, pero exigente. Tarda de un día a una semana en terminar cada obra, pero con la transparencia del material se ven todos los errores. Arquitecto de formación, ha encontrado en la cinta y modo de llenar el vacío que le producía no poder construir un edificio más allá de los límites de lo lógico.

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