La historia de la farándula está llena de meteduras de pata y cantantes como Pastora Soler, Alejandro Sanz o Julio Iglesias se pueden aplicar el dicho popular "Donde dije digo, digo Diego".

El problema para los artistas es que buena parte de su vida queda registrada. Por eso, más de uno debería pensárselo dos veces antes de decir según qué cosas.

La cantante sevillana Pastora Soler comunicó la semana pasada que sería la candidata de España en el próximo Festival de Eurovisión, que se celebrará el 26 de mayo de 2012 en Bakú (Azerbaiyán).

La joven afirmó que está convencida de que su paso por el Festival no afectará a su carrera, que es una gran oportunidad para darse a conocer ante millones de espectadores y que sus seguidores la apoyarán independientemente del resultado que obtenga en la cita musical.

Sin embargo, durante un encuentro digital que mantuvo en rtve.es el pasado 25 de octubre, negó rotundamente su intención de participar en el concurso y alegó que "Eurovisión es un arma de doble filo" y que no lo necesitaba en su carrera.

Otro cantante con proyección internacional, Alejandro Sanz, dijo en 2003 que ser cantante a través de Operación Triunfo era como "parir en tres meses" y que los artistas no se pueden fabricar. Sin embargo, este año colaborará con la edición mexicana de un programa con el mismo formato.

El cantante Julio Iglesias, a pesar de su amplia experiencia en el panorama musical y como personaje mediático, también ha tenido que desdecirse recientemente.

El artista español que más ha vendido en su país natal con 23 millones de discos y más de 300 millones en el resto del mundo recibió sendos galardones por ello de manos del tenista Rafael Nadal la semana pasada, en el Instituto Cervantes, y aprovechó la ocasión para anunciar que se retiraba de la vida pública.

Los medios de comunicación dieron por hecho que el cantante finiquitaba su carrera, aunque fuentes cercanas a él salieron a la palestra para afirmar que fue un malentendido y que solo decía adiós a las entregas de premios, pero no renunciaba a seguir cantando.

También Britney Spears, entre las estrellas internacionales, tiene por qué callar, pues declaró en repetidas ocasiones que se mantendría virgen hasta el matrimonio. Años después tuvo que reconocer que todo era una farsa para conseguir más éxito en su carrera artística y que con Justin Timberlake jugaron a algo más que a las cartas.

Pero si hay un tema que genera contradicciones entre los famosos es el de desnudarse para una revista. Así, actrices como Eva Mendes o Lindsay Lohan, o cantantes como Avril Lavigne, han acabado mostrando sus dotes tal y como vinieron al mundo a pesar de haberse negado públicamente a hacerlo un tiempo antes.