La convivencia escolar en Educación Secundaria es "buena" o "muy buena", con un nivel de satisfacción óptimo por parte de la comunidad educativa y de las familias de los alumnos, si bien existen algunos aspectos que se pueden mejorar derivados de problemas que están relacionados, en buena parte, por la falta de disciplina y con la falta de implicación de las familias.

Así se desprende del Estudio sobre la Convivencia Escolar en la Educación Secundaria de las Islas Baleares, el cual ha sido presentado por el conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el director del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar, Gabriel Timoner, y la directora general de Planificación, Inspección e Infraestructuras Educativas, Maria de las Mercedes Celeste.

El estudio es fruto de la colaboración entre el Ministerio de Educación, la Universidad Complutense de Madrid y la comunidad autónoma, y analiza la situación actual de la convivencia escolar en los centros de Secundaria de las islas. El trabajo comenzó a elaborarse en la pasada legislatura y ha sido concluido en la presente.

Bosch ha señalado que su departamento está elaborando un decreto para mejorar la convivencia escolar, el cual recogerá los derechos y deberes de todos los agentes implicados en la educación, como profesores, alumnos y padres de estudiantes. La futura norma tratará de dar respuesta a los problemas existentes en el actual modelo para mejorar la convivencia en los centros.