Un final a la vista de todos

Los dos años de su enfermedad han originado multitud de rumores y contradicciones sobre su estado de salud, frente al mutismo de la familia.
Periodistas a las puertas de Villa Jurado, mientras esperaban información sobre la cantante.
Periodistas a las puertas de Villa Jurado, mientras esperaban información sobre la cantante.
EFE
Periodistas a las puertas de Villa Jurado, mientras esperaban información sobre la cantante.
Pocas enfermedades de personajes públicos han hecho correr tantos ríos de tinta como el cáncer de Rocío Jurado. Desde que hace dos años se le detectara la enfermedad, las contradicciones y los rumores sobre su estado de salud han sido constantes. El afán por dar las noticias antes que nadie llevó, incluso, a una cadena de televisión a anunciar su muerte el martes, dos días antes de que se produjese.

La familia ha intentado mantener la discreción a lo largo de todo este tiempo. Su afán por dosificar la información se hizo especialmente patente cuando todo el clan se trasladó a Houston en otoño. Multitud de medios se trasladaron a los EE UU, donde los dimes y diretes fueron la tónica general ante sus recaídas y leves mejorías.

El regreso a España de Rocío, en avión privado, su estancia en la clínica y su agonía en casa también estuvieron marcados por un despliegue mediático sin precedentes.

Internet, un hervidero

Los internautas no han dejado pasar la oportunidad de hablar en 20minutos.es sobre la muerte de Rocío Jurado, que ha recibido en la blogosfera tanta o más atención que la muerte del Papa. Internautas y blogueros han querido dar su pésame, aunque, más que ensalzar las virtudes de la artista, han criticado el tratamiento que los medios de comunicación han dado al tema.

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