La transformación de la carretera del barrio baracaldés de El Regato en vía urbana permitirá "dar preferencia al peatón sobre el vehículo privado", según han indicado el alcalde, Tontxu Rodríguez, y los responsables municipales de infraestructuras, que han dicho también que la segunda fase del proyecto, que dará comienzo hacia marzo o abril, tiene un coste de más de tres millones de euros y un plazo de ejecución de un año.

Rodríguez ha presentado en rueda de prensa la segunda fase de las obras de reforma de la carretera de El Regato. Según ha dicho, "todavía sigue siendo complicada y a veces sinuosa la carretera que une Retuerto con El Regato, por lo que creíamos necesario remodelarla y modernizar toda esta zona y convertirla en una vía urbana".

La actuación ha sido dividida en dos fases para "perjudicar lo menos posible y causar las menores molestias". La primera fase, desde Bengolea a la zona de Ureta, está en ejecución y la segunda, que "es un poco más compleja" abarca 2.190 metros de longitud, que discurren en su mayoría en una estrecha franja comprendida entre la ladera del monte y el embalse de Gorostiza, cuya intención es "mejorar el trazado, crear, a la par una franja peatonal, dotar a la vía de nuevo alumbrado público, de mobiliario urbano y de unas balizas exteriores".

Rodríguez ha asegurado también que la vía principal va a contar con 6.850 metros cuadrados de nuevo asfalto y superará un desnivel del 5 por ciento.

El primer edil ha indicado que "la ejecución de los trabajos ya ha salido a licitación" con un importe de salida de algo más de tres millones de euros (en concreto 3.003.654,19 euros, IVA incluido) y las "obras comenzarán en cuanto acabe la primera fase, que esperemos que pueda ser para marzo o abril y el plazo de ejecución de esta segunda fase, de estos más de 2.000 metros de carretera será de un año".

Según ha dicho, se trata de un "esfuerzo inversor importante, pero merece la pena, porque va a facilitar el acceso, no solamente de los vecinos de El Regato, sino a todos los ciudadanos que acudan a esa zona" y a los "muchos" ciudadanos de Barakaldo que "nos visitan y que los fines de semana acuden a El Regato como zona de ocio y esparcimiento".

En este sentido, ha dicho que, "aunque entre semana el tráfico de vehículos y paseantes por esta carretera no es muy grande y se reduce al millar de vecinos del entorno, los usuarios del polideportivo de Gorostiza y los alumnos del colegio El Regato, los fines de semana aumenta sensiblemente el número de peatones y de vehículos que circulan por este ámbito, debido al atractivo que tiene la zona como lugar de ocio y esparcimiento".

Aumento de población

"A esto hay que añadirle que se prevé un aumento de población a corto-medio plazo, una vez concluyan las obras y la venta de casas en varias urbanizaciones que se están construyendo", ha indicado.

Rodríguez ha asegurado que se trata de una forma de "continuar trabajando con esa transformación de la ciudad, mejorando el tráfico urbano y también mejorando la calidad de vida" de vecinos y visitantes.

Por su parte, el concejal de Infraestructuras Municipales ha indicado que "los peatones van a poder discurrir con total tranquilidad por una vía que hasta ahora era una carretera y se convierte en una vía urbana".

"Podemos abandonar la imagen de incomunicación entre El Regato y Barakaldo para convertirlo en una calle más, al uso, que comunica el casco urbano con el entono rural del valle de El Regato". Según ha indicado, lo que se busca es que "El Regato se convierta en un barrio de primera en Barakaldo".

Por su parte, el director de Infraestructuras, Pedro Jauregi, ha asegurado que la carretera "se convertirá en una calle, incluso con limitación de velocidad y con pavimentos rugosos que restrinjan la velocidad y que permitan la preferencia clara de la presencia peatonal sobre el vehículo".

Seguridad vial

La remodelación y transformación en vía urbana de la carretera de El Regato "mejorará de forma importante la seguridad vial", en la medida en que mejorará el trazado, creará una franja peatonal y dotará a la zona de alumbrado público, mejor señalización y balizamiento y mobiliario urbano.

La vía principal contará con 6.850 metros cuadrados de asfalto, a los que se unirán otros 830 en los accesos y se construirán además 5.920 metros cuadrados de aceras, de los cuales 3.870 tendrán pavimento de hormigón y 2.050 de madera. Además, cada acera tendrá al menos tres metros de anchura.

El proyecto incluye asimismo la remodelación de dos paradas de autobús a las que le va a dotar de acera y marquesina, así como el acondicionamiento de un pequeño parque como lugar de descanso y estancia a la altura de la presa del embalse, donde habrá 17 árboles, 540 metros cuadrados de césped y una fuente estilo Barakaldo.

La iluminación también se verá mejorada, mediante la colocación en el borde interior de las aceras de una farola de 9 metros de altura cada 60 metros lineales. En total, habrá 77 farolas. Cada una de estas farolas tendrá dos luminarias, una que apuntará hacia la carretera y otra que tendrá una altura inferior, de 4 metros, orientada hacia la acera.

Además, se instalará una nueva conducción de 723 metros de longitud para abastecimiento de agua y se sustituirán 290 metros de tubería de la red de saneamiento y pluviales.

Las obras permitirán asimismo disponer de una canalización de telecomunicaciones con dos redes, una para la principal empresa suministradora del servicio de telefonía y otra de reserva municipal para futuras compañías, que permitirá dotar a la población de redes modernas de acceso a Internet.

En cuanto a la red eléctrica, se renovará prácticamente entera con 2.428 metros de cableado y dos centros de mando, que se encargarán de distribuir el suministro a las farolas.

Por último, el proyecto incluye la colocación de 1.615 metros de barandilla, que se encargarán de separar la acera de la zona más cercana al embalse de Gorostiza.