'Fahrenheit 451': la película que predijo la prohibición de 'Caperucita Roja' en la escuela

La célebre adaptación de Truffaut no está tan lejos de la realidad: una escuela barcelonesa acaba de anunciar la retirada de hasta 200 cuentos clásicos por 'tóxicos y sexistas'.
'Fahrenheit 451': la película que predijo la prohibición de 'Caperucita Roja' en la escuela
'Fahrenheit 451': la película que predijo la prohibición de 'Caperucita Roja' en la escuela
'Fahrenheit 451': la película que predijo la prohibición de 'Caperucita Roja' en la escuela

Ray Bradbury publicó en 1953 su célebre novela distópica, cuyo título se explica por la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde. Eran los tiempos de la Caza de Brujas del senador McCarthy, que detectaba la amenaza roja debajo de cualquier felpudo de la suburbia americana, y llegó a censurar hasta 30.000 libros contaminantes, que fueron prudentemente retirados de bibliotecas y librerías.

La intención de Bradbury, que nunca abonó personalmente la tesis de una crítica al macartismo, era sin embargo la de mostrar el futuro posible de una sociedad adormecida frente al televisor que ya parpadeaba en una gran mayoría de los hogares, siendo percibida como una amenaza cultural. Tanto para la literatura como para, dicho sea de paso, el cine, ya que los grandes estudios también temblaban con esa inesperada competencia.

Por su lado, Truffaut, que detestaba la ciencia-ficción, quiso dar a su película un aire mucho más atemporal, y la convirtió en un cadente homenaje a la literatura con múltiples referencias a las quemas de libros por los nazis y con un final algo más esperanzador, en el que el protagonista, un bombero que se ha rebelado contra su misión de quemar libros, memoriza las Historias extraordinarias, de Edgar Allan Poe, para la posteridad. Una nueva adaptación de HBO, retomaba el clásico de Bradbury con Michael B. Jordan, Michael Shannon o Sofia Boutella como protagonistas.

Sea como fuere, la novela y la película no han regresado a la actualidad por alguna nueva adaptación, como la que produjo la HBO hace un par de años (y que pasó, de hecho, sin pena ni gloria), sino por el impactante anuncio de la retirada de hasta 200 cuentos clásicos de las estanterías de la Escuela Tàber de Barcelona. Entre ellos, según ha publicado El País, se encuentran lecturas tan aparentemente inocentes como Caperucita Roja, La bella durmiente o incluso, en vísperas de Sant Jordi -el multitudinario día del libro, que se celebra en Barcelona el 23 de abril- La leyenda de Sant Jordi.

En otros colegios públicos barceloneses, como el Montseny o Fort Pienc, también han anunciado que se revisará con lupa el fondo de catálogo en nombre de “la igualdad de género”, precisando que la purga sólo se llevará a cabo en lo que respecta a la educación infantil, ya que, a partir de primaria, se supone que los niños han desarrollado un cierto sentido crítico, y pueden abordarlos cuestionándose su contenido.

Las redes tampoco se han entretenido a leer la letra pequeña, y han ardido de indignación a la misma temperatura de los libros. Sin pararse a leer. Al fin y al cabo la adaptación de Caperucita roja que Catherine Hardwiche estrenó en 2011 tampoco está recomendada a menores de siete años. No digamos la incorrectísima versión que Matthew Bright brindó en 1996 con Freeway, protagonizada por una Reese Witherspoon de armas tomar y un Kiefer Sutherland en la piel de un lobo que terminaba probando su propia medicina (solo para mayores de 18 años).

Así pues, no es tan raro poner un límite de edad a la lectura de cuentos clásicos, que han conocido las más variadas reinterpretaciones. Y sin embargo, la retirada de las bibliotecas infantiles de Caperucita, y otros cuentos tradicionales, nos pueden llevar a preguntarnos, a nosotros -adultos con agudo sentido crítico- qué tiene de malo que los niños conozcan la existencia del lobo, ya que si el hombre es un lobo para el hombre... no digamos para una inocente Caperucita Roja.

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