Diez activistas de la organización ecologista Greenpeace entraron ayer por sorpresa en la Bolsa de Madrid e irrumpieron en el parqué ataviados con corbatas y chalecos verdes para anunciar el lanzamiento de una «OPA verde» con la que pretenden denunciar de forma simbólica el uso de «energía sucia» procedente de centrales nucleares.